En un laboratorio en Japón, un grupo de inventores está a punto de cambiar el curso de la historia de la energía. La fecha está marcada en el calendario: 2030. Ese será el año en que, según aseguran, un reactor de fusión nuclear comenzará a producir electricidad segura y barata a gran escala.
La clave del proyecto es una innovadora tecnología de imanes superconductores capaces de funcionar a temperaturas mucho más altas que los actuales. Esto permitirá reducir costos, hacer más eficientes los procesos y, lo más importante, ofrecer una alternativa limpia a los combustibles fósiles.
Los inventores que lideran el proyecto aseguran que, con esta nueva tecnología, la humanidad podrá acceder a una fuente de energía ilimitada, sin emisiones contaminantes y, lo mejor de todo, a un costo mucho menor que el de los sistemas actuales.
El avance más importante de este proyecto denominado FAST radica en el uso de bobinas superconductoras de alta temperatura (HTS). Gracias a este nuevo sistema, el tamaño del reactor podrá reducirse sin perder capacidad de producción.
El reactor utilizará un tokamak, que es una cámara toroidal diseñada para confinar plasmas a temperaturas extremadamente altas mediante campos magnéticos, de acuerdo con El Confidencial - Novaceno.
Estos son algunos de los avances clave del proyecto hasta el momento:
Además, se utilizarán sistemas adicionales como la inyección de haces neutros (NBI) y el calentamiento por ondas electromagnéticas (ECH), con el objetivo de alcanzar temperaturas cercanas a los 200 millones de grados Celsius, lo que es crucial para la fusión de los núcleos de hidrógeno.
El reactor tendrá una duración de descarga de 1000 segundos por operación, con una capacidad de generación de entre 50 y 100 MW.
El proyecto FAST busca generar energía mediante fusión nuclear, como también resolver varios de los problemas técnicos que aún existen en este campo.
Se centrará en integrar la generación de energía con el ciclo de combustible, una tarea que hasta ahora no ha sido alcanzada por otros dispositivos experimentales.
Los beneficios de esta tecnología incluyen:
Además, la tecnología de fusión nuclear podría reducir la dependencia de fuentes de energía externas, especialmente de países con gobiernos inestables, y facilitar la creación de un sistema energético más autónomo y accesible.
Aunque existen otros proyectos como SPARC en Estados Unidos, EAST en China, y empresas como Helion Energy y First Light Fusion que también están desarrollando tecnologías de fusión, el proyecto FAST representa una posible independencia energética global.