Como las murallas de Bizancio, inexpugnables, algún día caerá, se desmoronará, pero no tiene porqué ser hoy. Por el contrario, pese a las toneladas de escombros judiciales que, como meteoritos, amenazan su cabeza, cerrará el 41 congreso del PSOE (sanchismo en versión actualizada) sin despeinarse. Con esa frialdad mineral que lo caracteriza. Ya se encargará la grey que lo acompaña de hacerle la tortuga como las legiones de Roma se protegían con sus escudos de las flechas de los cartagineses. Lo protegerán, lo blindarán, lo bunquerizarán, diga Page lo que diga, para que nada le roce, ni siquiera la memoria del barro de Paiporta. Ni el do de pecho del comisionista Aldama cantando, como Raphael, el escándalo de que el...
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