En estos tiempos modernos, en los que la justicia social alumbra con la lámpara del empoderamiento femenino las relaciones humanas, en los que, gracias a nuestro “Señor Progresismo” y con la intercesión de nuestra “Señora del Feminismo LGTBIQ+” y advocaciones afines, por fin, lo que antaño era galantería se ha convertido en un alarde de machismo en distintos grados.