La elección de los alimentos que consumimos a diario juega un papel crucial en nuestra salud, ya que nos proporciona nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y fibra. Adoptar hábitos alimenticios más saludables y complementarlos con ejercicio regular puede ayudar a prevenir enfermedades y mantener un peso corporal adecuado.
Según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, los cambios pequeños, pero consistentes en nuestra alimentación, son clave para mejorar nuestro bienestar general. Además, un estudio de la Universidad Pedagógica Nacional (Colombia) resalta que un alto porcentaje de grasa corporal está relacionado con diversos factores de riesgo para la salud.
En cuanto a las recomendaciones alimenticias, la Fundación Cardiológica Argentina sugiere distribuir las comidas a lo largo del día para mantener controlados los niveles de azúcar en sangre y lípidos como el colesterol y los triglicéridos. Además, esta práctica favorece la digestión y mejora el rendimiento físico e intelectual.
Sin embargo, no todos los alimentos son igualmente beneficiosos, especialmente los cereales azucarados, que suelen consumirse con frecuencia en el desayuno. Estos productos son considerados poco recomendables por los expertos, quienes alertan sobre los posibles efectos negativos de su inclusión diaria en la dieta.
De acuerdo con la Organización de Consumidores y Usuarios (España), el contenido de azúcar en los cereales varía, pero en general estos alimentos contienen una cantidad de azúcar que excede los niveles recomendados, lo que representa un riesgo para la salud. Aparte de los cereales como maíz, trigo, arroz o cebada, el exceso de azúcar añadido puede impactar negativamente en el organismo.
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El Ministerio de Salud de Argentina ha señalado que el consumo frecuente de cereales azucarados puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades como diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares.
Asimismo, la Universidad de Harvard recomienda que los consumidores presten atención a las etiquetas nutricionales de estos productos antes de comprarlos, con el fin de conocer el contenido de azúcares añadidos, sodio y posibles antI nutrientes que puedan afectar a la salud.
La quinua fue considerada el alimento más valioso por los incas, al punto de ser comparada con el oro. Durante las épocas de hambruna, el Inca ordenaba a su Imperio sembrarla como medida de seguridad alimentaria. Este grano también era consumido por el ejército para mejorar su resistencia. En el Tahuantinsuyo, la quinua fue el segundo grano más cultivado, solo detrás del choclo, lo que refleja su relevancia dentro de la dieta diaria de la población.
La importancia de la quinua en la dieta incaica estaba tan arraigada que los bebés, tras dejar de ser amamantados, consumían papilla de quinua. Además, los niños comían mazamorra de quinua en cada comida. De acuerdo con el cronista español Bernabé Cobo, las personas que vivían en las regiones altas de los Andes gozaban de una salud notable, con una esperanza de vida que superaba los 100 años.
Cobo destacó que, incluso después de la llegada de los colonizadores, los indígenas mantenían una excelente dentadura y rara vez padecían de dolores bucales.
"Es la parte más sana del Perú (Andes) y donde viven muchos hombres, en ninguna parte de este reino he visto menos enfermos ni mayor número de indios viejos de más de 100 años que se acordaban del tiempo de los reyes incas y de la entrada de los españoles (…). Todos tienen buena dentadura y tan recia que les dura toda la vida, raras veces sufren de dolor de muelas ni corrimiento en ellas, y es raro el indio viejo a quien le falta la dentadura”, acotó.
