Esta temporada no ha ido como estaba previsto para los Philadelphia 76ers, que llegan al partido del miércoles por la noche contra los Houston Rockets con un récord de 3-13. El único equipo de toda la liga con un récord peor son los Washington Wizards, que llevan una racha de 12 derrotas consecutivas.
A pesar de su situación actual, los Sixers todavía tienen la esperanza de que esta no sea una temporada perdida.
«Quiero decir, obviamente, estamos un poco limitados, pero creo que lo que podemos controlar es nuestro esfuerzo, nuestra energía y hacer las cosas un poco más duro, pero cambiaremos esto», dijo Paul George a los periodistas el martes. «Cambiaremos esto. Apuesto al 100% a que cambiaremos esto. Depende de nosotros. Tenemos que controlar lo que podamos».
George no estará en la alineación contra los Rockets, ya que permanece fuera de juego desde que sufrió una hiperextensión de su rodilla izquierda por segunda vez en cinco semanas el 20 de noviembre. Los Sixers también estarán sin Joel Embiid, que está lidiando con una hinchazón en su rodilla izquierda, y Kyle Lowry, que tiene una distensión en la cadera.
Las lesiones han sido las principales culpables del lento comienzo de los Sixers. Ni George ni Embiid estuvieron disponibles para comenzar la temporada, y han jugado ocho y cuatro partidos, respectivamente. Mientras tanto, Tyrese Maxey se perdió dos semanas a principios de este mes por una distensión en el tendón de la corva y solo ha jugado 10 partidos.
Con casi una cuarta parte de la temporada transcurrida, el nuevo gran trío de los Sixers formado por Embiid, George y Maxey solo ha jugado seis minutos juntos. Los Sixers no comenzarán a escalar posiciones hasta que los tres estén juntos en la cancha durante un período prolongado. Cuándo, o si, eso sucederá, aún está por verse.
Estos Sixers, que están muy golpeados y tomándose las cosas con cautela con su jugador de calibre MVP, no son como la mayoría de los equipos que se encuentran 10 juegos por debajo de .500 a estas alturas de la temporada. Sin embargo, desde una perspectiva histórica, las perspectivas no son muy buenas. En la historia de la NBA, solo ocho equipos han comenzado una temporada con un récord de 3-13 o peor y aun así han llegado a los playoffs. Todos ellos fueron eliminados en la primera ronda.
