Iga Swiatek ha sido la dominadora del circuito los últimos años, aunque ahora es la dos del mundo. El jueves 28 de noviembre se supo que dio positivo por consumo de trimetadizina (TMZ) el pasado agosto y, por ello se perdió tres torneos debido a la suspensión provisional, uno en Corea y dos en China, aunque excusó su ausencia en descanso y cambios en su equipo. Según la Agencia Internacional para la Integridad del Tenis (ITIA), no se hizo público antes porque la polaca apeló en los diez días siguientes al positivo. La ITIA consideró que no había "negligencia significativa" en el positivo de la polaca y le aplicó la sanción más leve al tratarse de un consumo contaminado: un mes.
El caso ha despertado las peores pesadillas de otra exnúmero uno, Simona Halep (campeona de Wimbledon 2018 y Roland Garros 2019), que fue sancionada por cuatro años por tomar roxadustat, una sustancia prohibida, durante el US Open, en agosto de 2022. La tenista rumana llevó su caso hasta el final, hasta el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), donde terminó ganando. El TAS concluyó que el consumo de esa sustancia, a través de un suplemento contaminado, no fue intencional, aunque hay una diferencia: sí vio "cierto nivel de negligencia" en la tenista. Eso justificó el mantenimiento de la sanción aunque muy reducida: de cuatro años a nueve meses. Después de conocer lo que ha sucedido con Swiatek, Halep ha escrito esto en Instagram:
"Estoy sentada tratando de entender, pero es realmente imposible para mí entender algo como esto. Me pongo de pie y me pregunto, ¿por qué hay una gran diferencia en tratamiento y juicio? No puedo encontrar y no creo que pueda haber una respuesta lógica. Sólo puede ser mala voluntad de ITIA, la organización que ha hecho absolutamente todo para destruirme a pesar de las pruebas. Realmente quería destruir los últimos años de mi carrera, quería algo que nunca hubiera imaginado que sería querido.
Siempre creí en el bien, creí en la justicia de este deporte, creí en la bondad. Fue doloroso, es doloroso y tal vez la injusticia que me hicieron siempre será dolorosa. Cómo es posible que en casos idénticos la ITIA tenga enfoques completamente diferentes en mi detrimento. ¡¿Cómo pude aceptar que la WTA y el consejo de jugadores no quisieran devolverme el ranking que merecía?!
Perdí dos años de mi carrera, perdí muchas noches cuando no podía dormir, pensamientos, ansiedad, preguntas sin respuestas... pero gané la justicia. Resultó que era una contaminación y que el pasaporte biológico era un invento puro.
Y me gané otra cosa, mi alma permaneció limpia!! Me siento decepcionada, me siento enojada, me siento frustrada, pero ni siquiera ahora me siento mal.
Agradezco el apoyo y el amor incondicional de quienes han estado a mi lado cada día. ¡GRACIAS! Yo también recibí amor porque los que me ofrecieron amor en esos momentos realmente me conocieron! ¡Tal vez esta sea la victoria más grande!
Como sabemos bien que cada mañana sale el sol para todos, pero es bueno levantarse encontrándose con un alma perfecta! Y así es como estoy, empacada y orgullosa de lo que soy!".