Tras consolidar la desaceleración de la inflación, y frente a las dificultades para levantar el cepo que reclama el sector privado, quirúrgicamente en el discurso del Gobierno incorporaron la eliminación de impuestos como el próximo paso.
Fue el propio ministro de Economía, Luis Caputo quien en la Convención Anual de FIEL aseguró que de continuar el superávit fiscal no había que tener dudas que avanzarían en la eliminación de tres impuestos: retenciones, Débitos y Créditos e Ingresos Brutos (este último de nivel provincial).
Pero son nulos los asesores que integran la mesa chica del ministro Caputo o el Consejo de Asesores del presidente Javier Milei que son especialistas impuestos o se animan a hablar al respecto. Prueba de ello es que la reforma tributaria fue encargada, según declaran fuentes oficiales, al secretario de Hacienda, Carlos Guberman. Aunque no hay que descartar la influencia de la mano visible del sector privado, el socio del Departamento de Impuesto de Bruchou & Funes de Rioja, Liban Kusa.
En ese marco, uno de los miembros del Consejo, el economista Ramiro Castiñeira habló con soltura sobre el sistema impositivo de la Argentina y lo que viene en un evento organizado por la Fundación Bases en la cercanía del Congreso de la Nación.
"Argentina se metió en una borrachera de impuestos, por la borrachera del gasto público. Espanta a los inversores de una manera increíble porque nadie quiere quedar drogado con tantos impuestos", afirmó Castiñeira.
De cara a los próximos pasos, aseguró que el 90% de la recaudación se explica solo por 10 de los 150 tributos que existen y por ello, "hay una margen espectacular para volar impuesto". "A la gallina se le saca las plumeas de a una y no grita", aseguró.
Pero pateó el tablero y ató los tiempos a lo que suceda en las elecciones legislativas del año que viene. "Para poder desarmar una maraña fiscal como la de Argentina se necesitan votos porque todo lo de materia tributaria depende del legislativo", aseguró.
Lo que va en línea con lo que adelantó hace semanas El Cronista con fuentes internas de la Casa Rosada: a pesar de la promesa de la presentación de una reforma tributaria integral al Congreso durante este año para implementar a partir el 1º de enero de 2025, los tiempos legislativos no alcanzaron.
Respecto a cómo será la reforma, dejó pistas al referirse a la propuesta de impuesto plano que se presentaba en el evento. "Limpiar todo esto de una no es mala idea, no sé si en un solo impuesto. Argentina podría mantenerse con diez impuestos nada más", afirmó.
Otro de los puntos que trató fue lo sucedió en la cumbre del G20 en Brasil respecto al impuesto "super ricos". Donde sostuvo que se juntaron todos los líderes para decir que hay que ir con saña contra los multimillonarios, lo que calificó de un "problema cultural global de cómo se entiende al estado".
Pero si se mira puertas adentro existe una controversia, ya que, si bien Milei firmó el documento final con disidencias respecto a este punto, desde la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) que conduce Florencia Misrahi continuan las fiscalizaciones por el Aporte Solidario y Extraordinario.