Francisco Paesa, estafador y espía, protagonizó en los años 90 uno de los episodios más estrambóticos relacionados con la corrupción durante la etapa del gobierno de Felipe González. Después de una vida dedicada a negocios con el solo objeto de timar incluso a dirigentes más allá de nuestras fronteras y al espionaje internacional, se involucró en uno de los casos más escandalosos de la época, como fue el del entonces Director General de la Guardia Civil, Luis Roldán.