AySA, que durante el gobierno de Milei cuadruplicó sus tarifas, empezó a interrumpir el servicio de agua a los usuarios morosos. En la actualidad hay 700.000 en riesgo. La ley permite los cortes totales a los comercios e industrias y exige que sean parciales para los hogares, pero, según pudo relevar PáginaI12, la provisión se reduce en estos casos a “un hilito mínimo”.