Ubicado a tan solo 30 kilómetros de Madrid, Loeches es un encantador municipio que combina historia, cultura y una rica oferta gastronómica. Con un patrimonio que se remonta a la época medieval, un entorno natural maravilloso y una historia vinculada a la Casa de Alba y al conde-Duque de Olivares, este destino se presenta como una alternativa ideal para aquellos que buscan una escapada que combine el turismo cultural con la naturaleza y la delicia de la buena comida. No en vano, en 2024 fue declarado «Pueblo Mágico de España», un título que tiene bien merecido.
Nada como adentrarse por sus calles pintorescas para descubrir su riqueza y conocer sus tesoros más preciados, como el Monasterio de la Inmaculada Concepción. Conocido también como «el convento grande» —como lo llaman familiarmente los lugareños—, este impresionante edificio está ubicado frente a la Plaza de la Duquesa de Alba y alberga en su interior el Panteón de los Duques de Alba y la Cripta de la familia Olivares. Gracias a las visitas organizadas por el Ayuntamiento es posible explorar la iglesia, el panteón y la cripta, ofreciendo una visión completa de este lugar de excepcionales dimensiones. Asimismo, existe la opción de realizar una visita completa al monasterio a través de una reserva concertada con los padres dominicos, actuales gestores del espacio.
Otro de los atractivos de Loeches es el Monasterio San Ignacio Mártir, también conocido como el Monasterio de las Carmelitas Descalzas o el Convento Chico. Esta construcción del siglo XVI alberga una iglesia de estilo barroco cuyo interior está decorado con cuadros del Cristo de Burgos y de la Virgen del Carmen (siglo XVIII), así como con un fascinante retablo del siglo XVI. Aparte de por su indudable interés cultural, este espacio religioso atrae a visitantes de muchos lugares porque aquí pueden adquirir las deliciosas mermeladas artesanas que elaboran las monjas, una delicia que no se puede dejar pasar y que la mayoría de los turistas optan por llevarse a casa como recuerdo de su paso por este bonito lugar.
La Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora es otro de los puntos de interés del municipio. Su arquitectura y su historia la convierten en una visita obligada para aquellos que deseen adentrarse en el patrimonio religioso de este agradable pueblo.
Los amantes de la naturaleza también deben poner a Loeches en su punto de mira, pues cuenta con sendas maravillosas para perderse por la naturaleza y disfrutar de sus paisajes. El municipio ha diseñado cinco rutas para ofrecer paseos tranquilos y agradables, ideales para desconectar y deleitarse con el entorno. Además, para poner en valor todos estos recursos, la Oficina de Turismo de Loeches organiza tres visitas guiadas diarias, un ejemplo de gestión eficiente en un pequeño pueblo. Por otra parte, la colaboración con la Casa de Alba para promocionar el Panteón en la visita al Palacio de Liria busca atraer nuevos flujos turísticos para que este gran tesoro cultural sea mucho más conocido.
Cómo no, el visitante no debe pasar por alto la gastronomía, otro de los grandes atractivos de Loeches. El Restaurante Ronquillo es uno de los establecimientos más destacados, ofreciendo una experiencia culinaria que combina tradición y modernidad. Este restaurante es famoso por su cordero asado y sus platos tradicionales preparados con ingredientes frescos y locales, pero en su carta también es posible encontrar especialidades más innovadoras. Mención especial merecen también los productos agroalimentarios de la Casa de Alba, que se comercializan en el municipio, son una muestra de la calidad y el sabor de la región. No se puede dejar de probar la repostería local, especialmente los «duquetes», muy apreciados tanto dentro como fuera de pueblo. Sin duda, una forma inmejorable de llevarse un buen sabor de boca de este fantástico destino.
En cualquier caso, la experiencia no tiene por qué terminar aquí. Aquellos que deseen alargar su estancia pueden aprovechar para visitar algunos destinos cercanos de la Alcarria Madrileña que tienen gran interés. Nuevo Baztán, con su palacio y bodega, y Olmeda de las Fuentes, conocido como el pueblo blanco de Madrid, son opciones perfectas para continuar explorando la riqueza cultural y natural de la región.