Algo empieza a moverse. No hay ninguna esperanza en que los socios que sostienen a Pedro Sánchez en La Moncloa le retiren su apoyo a raíz de los casos de corrupción que rodean al PSOE, pero la sensación de incomodidad ya empieza a pesar.
Así pudo verse en el pleno de la DANA de este miércoles, donde la mayoría de los aliados dejaron ya un recado al presidente del Gobierno. «Deben actuar con absoluta transparencia ante las acusaciones y circunstancias que rodean a su formación», dijo el portavoz del PNV, Aitor Esteban en el pleno. El propio Gabriel Rufián (ERC) ya advirtió la semana pasada de que si hay responsabilidades reales en las sospechas que el empresario Víctor de Aldama lanza sobre el PSOE, «serán los más duros». Esta contradicción de los socios será explotada por el PP que prevé registrar más iniciativas en el Congreso contra la corrupción. En la última, exigían cambiar el método de elección del fiscal general del Estado. Ahí, los aliados tendrán que posicionarse en pleno «caso Ortiz»
La reacción de los socios está siendo analizada en el PP donde les ven «incómodos» con los casos que acechan al PSOE. Los populares empiezan a ver una «evolución» en el PNV respecto a la relación con el PSOE. Creen que Aitor Esteban marcó unos límites a Sánchez respecto a la corrupción.
Además, en la dirección del partido se ha apreciado que el partido vasco ha tratado de imprimir un mensaje de calma ante la intención de Feijóo de aprovechar los casos de corrupción para desgastar a Sánchez. Esteban le pidió a Feijóo que no corriese si quería llegar a La Moncloa. «Las prisas no son propios de alguien con talla de estadista si realmente aspira a convertirse en presidente», llegó a decirle.
A pesar de estos gestos, los populares no creen que los socios suelten la mano de Sánchez en esta legislatura, pero sí confían en que algún día el PNV sí vea que «apoyar a Sánchez no le viene bien», en relación al desgaste que el partido puede sufrir en el País Vasco.