El Servicio de Museos del Cabildo de Gran Canaria ha firmado con la familia del alcalde republicano de Madrid Pedro Rico (Madrid 1888-Aix en Provence, Francia 1957), el primer expediente de restitución de bienes que se lleva a efecto en España en el marco de la Ley de Memoria Democrática.
Se trata de cinco obras pictóricas requisadas en 1938 por la Junta Delegada de Incautación y Protección del Patrimonio Artístico, creada por la República, en la vivienda de su propietario, y guardadas en el Museo del Prado durante la Guerra Civil.
Las piezas fueron incorporadas posteriormente al patrimonio del Estado por el régimen de Franco, con el que ya llegaron a Gran Canaria en 1942 de la mano del entonces gobernador civil de Las Palmas, Plácido Álvarez Buylla, quien las solicitó a la Comisaría General del Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional, formando parte de un lote de 39 obras con el objetivo de conformar un Museo de Bellas Artes en la isla.
El museo de Las Palmas de Gran Canaria ha cuidados de esas cinco obras desde 1952 (ante estuvieron diez años en la sede del Cabildo).
Durante el acto celebrado en la Casa de Colón, el presidente del órgano insular, Antonio Morales, resaltó que "cumplimos con la legalidad, ya que hemos dado respuesta con todos los medios a nuestro alcance y con la mayor prontitud posible a una reivindicación tan justa como impostergable".
Esta es la primera vez en España que una administración pública lleva a término un acto de restitución en el marco de la Ley de Memoria, por lo que el Cabildo de Gran Canaria se convierte en un referente.
Además, la corporación insular cuenta con otras obras que también fueron incautadas, todas ellas inventariadas, si bien todavía no han sido reclamadas.
Desde el año 1952 los cuadros han sido custodiados y conservados por la Casa de Colón, la pinacoteca más importante del archipiélago hasta el momento.
Las obras que este jueves se han devuelto a dos nietos del exalcalde republicano de Madrid, Francisca y Pedro Rico Gómez -presentes en el acto-, son tres óleos sobre lienzo de Eugenio Lucas Velázquez titulados 'Cruz de Mayo', 'Majos obsequiando a un garrochista' y 'Toro embistiendo a un grupo'; un óleo sobre cartón de Roberto Domingo Fallola titulado 'Banderillas de fuego', y un lienzo de Francisco Domingo Marqués, fechado en 1970 y de título 'Mosqueteros: la venta del caballo'.
Los cinco cuadros, de temática costumbrista de finales del siglo XIX, pertenecían a la colección personal del republicano, gran amante de las artes, y se encontraban en su domicilio de la capital de España, de donde se marchó a finales de 1936 convencido de que la ciudad caería en poder de Franco.
Nunca pudo volver Pedro Rico a su Madrid natal, puesto que falleció en 1957 en la localidad francesa de Aix-en-Provence, hacia donde se exilió pasando primero por América Latina.
Fue en marzo de 2023 cuando la representación legal de la familia Rico contactó con el Cabildo de Gran Canaria para saber si era posible la restitución de los cuadros que pertenecían a su antepasado, conociendo de su existencia y exposición en la Casa de Colón a través de un artículo en prensa.
En ese momento, el Servicio insular de Museos inició todo el expediente, profusamente detallado tanto en la vertiente artística como histórica y legal, siempre con la premisa de que la familia no podía "ser víctima de la inactividad de la administración".
En su intervención, la nieta del exalcalde ha agradecido el esfuerzo del Cabildo de Gran Canaria por dar celeridad a todo el procedimiento que ha concluido con que ellos puedan tener otra vez los cuadros incautados por el franquismo a su abuelo. "Recuperarlos supone un desagravio a la memoria de nuestro abuelo", ha expresado Francisca Rico, quien se ha mostrado "muy feliz" en el que ha sido para ellos "un día especial y muy ansiado".
Mientras, la jefa del Servicio de Museos de la Consejería de Cultura del Cabildo, Alicia Bolaños, que ha impulsado y coordinado este expediente de devolución, comentó que "estamos ante uno de los ámbitos de servicio público donde la Administración Pública manifiesta su faceta más humana al materializar su deber moral ante una injusticia cometida y haciendo posible, mediante este procedimiento administrativo de restitución, los principios y valores de la Ley de Memoria Democrática".
El de caso Gran Canaria ha servido para "agilizar" otros frentes que tenía abiertos la familia Rico. El que fuera primer edil de la capital tuvo que exiliarse a Francia sin tener oportunidad de reclamar su colección de cuadros del siglo XIX, su biblioteca y archivo. En marzo se pudo localizar la ubicación de tres de sus cuadros, en el Museo Nacional del Romanticismo y en el Museo del Traje.