Una madre en el Reino Unido fue condenada a siete años de prisión por mantener a su hija encerrada en un cajón desde que nació en 2020. La pequeña no había visto la luz del día ni otro rostro humano hasta su rescate. La progenitora, cuya identidad no fue revelada, ocultó la existencia de la pequeña a su familia y amigos, creando un entorno de aislamiento y sufrimiento.
El descubrimiento de la niña sucedió en febrero de 2023, cuando la pareja de la mujer escuchó ruidos provenientes de la planta superior de la vivienda. Al ingresar a la habitación, encontraron a la menor en condiciones alarmantes, lo que llevó a la intervención de las autoridades.
La fiscal Rachel Worthington, quien llevó el caso, expresó su incredulidad ante la situación. “Esta pequeña ha sido sometida a una negligencia extrema respecto a la atención a su salud, a su desarrollo y a las atenciones básicas necesarias desde el día de su nacimiento”, señaló.
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La pareja que descubrió a la niña se mostró horrorizado al encontrarla en un estado de desnutrición y abandono. La cuidadora social que llegó al lugar describió la escena como "increíble" y "conmocionante". Ante la situación, la madre no mostró remordimiento ni emoción, lo que dejó a los testigos atónitos.
La fiscal del caso señaló que la madre había mantenido a la niña en un cajón de su cama, alimentándola de manera inadecuada y dejándola sola durante largos períodos. Señaló que era alimentada con una mezcla de leche y cereales a través de una jeringa, y su desarrollo físico y emocional se había visto gravemente afectado.
Presentaba síntomas de desnutrición severa y un desarrollo equivalente al de un bebé de diez meses, a pesar de tener tres años. Su estado de salud era crítico, con un paladar hendido que había empeorado debido a la falta de atención médica. Los médicos que la examinaron informaron no podía gatear, hablar o expresar sonidos, limitándose a balancearse lentamente.
Fue sometida a dos operaciones para corregir su paladar hendido y ha comenzado a vocalizar, mostrando un deseo de comunicarse. Los especialistas confían en que, con el tiempo, la pequeña podrá llevar una vida plena y saludable.
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La madre fue condenada a siete años y seis meses de prisión por crueldad en el trato a menores. La fiscal Rachel Worthington manifestó su deseo de que se haga justicia y expresó su esperanza de que la niña se recupere completamente. "Yo también soy madre, y simplemente no puedo comprender por qué hizo lo que hizo la acusada", afirmó.
Este caso generó un debate en la sociedad británica sobre la protección de los menores y la responsabilidad de los padres en el cuidado de sus hijos. La historia de la niña es un recordatorio de la importancia de la vigilancia y la intervención de las autoridades ante casos de maltrato infantil.