Las esperanzas de los que confiaban en la inhabilitación de Pedro Rocha como punto de inflexión para la regeneración de la Federación Española de Fútbol (RFEF), 15 meses después de la desaparición de Luis Rubiales, comprobaron este jueves la destreza táctica de sus dirigentes regionales. En otro súbito enroque que llevaba días cociéndose a fuego lento (por respeto a Rocha, que ayer fue desplazado para siempre de la carrera electoral por la Audiencia Nacional), los presidentes territoriales ungieron en secreto a Rafael Louzán, la cabeza del fútbol gallego, como sucesor de Rocha para los próximos cuatro años. Y refrendaron de paso las polémicas palabras pronunciadas por Joan Soteras, el presidente del fútbol catalán, a comienzos de año: «Una vez más,...
Ver Más