Las petroleras están decidiendo la aplicación de una suba en el precio de los combustibles desde el próximo domingo. Se habla de un 3% de alza en los surtidores. El número se basa en la devaluación mensual del peso (cercana al 2%) y alguna pequeña recomposición de márgenes, por el aumento de la cotización del Brent.
Las ventas de combustibles también repuntó en octubre y noviembre, después de una caída en septiembre. Eso alienta a las compañías a creer que un 3% puede ser viable.
En el sector energético -en diálogo con el Gobierno- se habla de un 3% de aumento para casi todos precios regulados. Aysa comunicó que su incremento de diciembre estará en ese orden, del 3%.
"Hay crecimiento en el despacho en las comparaciones intermensual. La comparación interanual -que da bajas- es resultado que en 2023 hubo picos de consumo histórico porque los precios estaban muy bajos. Eso también terminó en problemas de abastecimiento", explican en las compañías.
El despacho de gasoil cayó un 5,7% en octubre en relación al mismo mes de 2023. Respecto a septiembre 2024, subió un 9,4%.En naftas, la caída de octubre 2024 versus octubre 2023 es de 4,5%. Respecto a septiembre 2024, el mercado creció un 11,8%, según datos preeliminares de la secretaría de Energía.
En luz y gas aún no está decidido, pero también se habla del 3%. "Quizás un poco más en gas, algo cercano al 4%, y algo inferior en luz, un 2% y algo", destaca un especialista.
La explicación es que el aumento de gas no se sentirá tanto en los bolsillos, porque no es época de consumo. Eso daría margen para que la suba sea más cercana a 4% que a 3%. En cambio, la demanda de electricidad y crecerá, y allí impera más prudencia. La posibilidad de que haya interrupciones en el suministro está latente y preocupa al sector. Por eso, la especulación es que allí será 2% y algo.