¿Conocía Vladímir Putin el miedo de Angela Merkel a los perros? ¿Soltó en 2007 a su labradora en una reunión con la entonces canciller alemana a sabiendas? Ya en su momento corrieron ríos sobre la situación que ahora vuelve al foco mediático después de que la política teutona se haya pronunciado al respecto en sus recién publicadas memorias. El presidente ruso no ha tardado en reaccionar y ha negado haber estado al corriente de esta fobia . Los hechos se produjeron en 2007, en un encuentro en Sochi -en el sur de Rusia-. El presidente ruso permitió a su perra Connie pasearse por la habitación donde se encontraban ambos mandatarios ante la evidente incomodidad de la canciller. La imponente labradora negra de Putin comenzó a olfatear a la exlíder alemana , que sufre una conocida fobia a estos animales después de haber sido mordida por uno en su juventud. En su libro, Merkel considera que Putin conocía a la perfección su miedo y asegura que el líder ruso «disfrutaba la situación» y posiblemente quería «mostrar su poder» o ponerla «bajo presión». Para evitar un incidente de este tipo, el equipo de la entonces canciller había pedido expresamente al Kremlin que Putin no llevara a su perra durante sus reuniones. No sirvió de nada. Una fotografía de esa reunión -que se convirtió en icónica- muestra al animal en medio de la sala, mientras Merkel, visiblemente inquieta, fija la mirada en el animal y Putin observa la escena con una sonrisa en los labios . «Quédate tranquila, concéntrate en los fotógrafos, esto no durará mucho», dice la excanciller que se repetía a sí misma en el momento. Tras la polémica, Putin ha afirmado este jueves en una visita a Kazajistán que ignoraba que la exlíder alemana tenía «miedo a los perros». « Si lo hubiera sabido, nunca lo habría hecho . Mi intención era, al contrario, crear un ambiente relajado y agradable», ha insistido el presidente ruso, según recoge la agencia de noticias AFP. « Vuelvo a dirigirme a ella: Angela, perdóname , no quería causarte incomodidad», ha añadido Putin, que no llevó a ninguno de sus perros a la primera reunión con Merkel en 2006. Por el contrario, le regaló uno blanco y negro de peluche.