Las pérdidas ocasionadas por los constantes cierres en la ruta 32 podrían superar los $27 millones este año, según estimaciones del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT).
En 11 meses de este año se presentaron al menos 30 interrupciones en el tránsito ocasionadas por derrumbes y otras afectaciones en el paso de montaña del Parque Nacional Braulio Carrillo, informó el ministro Mauricio Batalla Otárola.
Cada día de cierre de la ruta representa pérdidas cercanas a los $906.000 por los perjuicios y gastos adicionales que provocan en turismo, exportaciones y comercio en general, según el análisis que aportó un consultor al Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), dio a conocer Batalla durante un foro organizado por el Colegio de Ingenieros Civiles.
La Cámara de Comercio Exterior de Costa Rica (Crecex) confirmó que los cierres en la ruta provocan pérdidas de hasta $250 por contenedor por día debido a la necesidad de utilizar rutas alternas, como la que va por Turrialba. Esa carretera de 170 km, que es la que se construyó primero, tiene un solo carril por sentido, muchos ascensos y descensos y decenas de curvas que provocan un mayor gasto de combustible y tiempo.
La Cámara de Transportistas de Carga calcula que utilizar la ruta alterna por Turrialba eleva el costo hasta en ¢200.000 (unos $400) por viaje debido al aumento en combustible. Los transportistas también enfrentan sobreprecios cuando deben mantener encendidos los contenedores refrigerados mientras esperan por la apertura de la ruta.
José Antonio Salas, presidente de la Cámara de Comercio Exterior de Costa Rica (Crecex), afirmó: “La infraestructura vial es fundamental para el funcionamiento eficiente de las exportaciones. La ruta 32 es una arteria principal que conecta el Valle Central con el puerto de Limón (...) Los cierres constantes de esta vía no solo incrementan los costos logísticos, sino que también afectan la imagen de Costa Rica como un socio comercial confiable. Es imperativo que se realicen inversiones sostenibles en infraestructura y se implementen soluciones a largo plazo para garantizar la continuidad y eficiencia del comercio exterior del país”.
Rubén Acón, presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Turismo de Limón, agregó que los cierres afectan a los empresarios turísticos, quienes sufren cancelaciones de hospedajes y tours. Además, perjudican a a los habitantes del cantón central de Limón que viajan a la capital para gestiones y ven incrementados sus costos. Afirmó que igualmente afectan los ingresos de los comerciantes debido a que los visitantes reducen sus estadías en la zona para evitar los cierres nocturnos que frecuentemente se realizan de modo preventivo.
Según datos del MOPT, por la ruta 32 transitan a diario unos 17.000 vehículos. Una gran parte corresponde a vehículos pesados ya que por esa carretera transitan el 80% de las exportaciones del país que salen por los puertos de Moín.
Mauricio Batalla aseguró durante la misma conferencia en el Colegio de Ingenieros Civiles que en el gobierno son conscientes de que la carretera representa una trampa mortal para los conductores.
“Esto es una trampa mortal, y mientras que no empecemos a intervenirlos (los taludes) en cualquier momento, Dios no lo quiera, va a suceder una desgracia. Altos taludes, fuertes precipitaciones, la densidad de la flora, es clarísimo que el peso que está generando esto y el desgarro que se ve en los meses de mayor lluvia va a generar mayores problemas”, afirmó.
Según dijo, estimaciones realizadas por expertos en el 2023 advirtieron que se requerirían al menos $64 millones para dar solución definitiva a los puntos más críticos del trayecto. No obstante, actualmente disponen de $35 millones provenientes del crédito para obras de riesgo inminente aprobado por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
“¿Es la solución total? No, pero es un esfuerzo importantísimo”, agregó el jerarca.
Por su parte, el gerente de Conservación del Conavi, Pablo Camacho, explicó que las obras a realizar serán determinadas por los estudios topográficos y geotécnicos que se realizarán como parte de una primera contratación que ya se encuentra en proceso.
Agregó que las obras podrían incluir desde pantallas de control de caídos, muros de protección y barreras de contención, pero también darán énfasis en las tareas de manejo de aguas. Mientras se ejecutan dichas contrataciones, el MOPT promete intensificar tareas de descuaje y otras asociadas con el mantenimiento preventivo.
Camacho reconoció que anteriormente la ruta solo podía recibir conservación vial de manera “reactiva”, debido a los impedimentos para intervenir el área protegida dentro del parque nacional.
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No obstante, recientemente el Conavi halló los planos originales de la ruta, en los cuales se establece el derecho de vía de 25 metros a cada lado. Además, según Batalla, aclararon mediante criterios jurídicos que el MOPT puede delimitar de cuánto es el derecho de vía, por lo que presentarán un informe técnico que les permita definir los espacios requeridos a fin de garantizar la seguridad en los taludes. También adelantó que pretenden dotar el tramo de montaña de iluminación y señal de telefonía móvil.
Los puntos críticos a lo largo del tramo de montaña, entre el peaje y el puente sobre el río Sucio, se incrementaron en el último año, de acuerdo con evaluaciones del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme).
Ana Monge Sandí, coordinadora del programa de Ingeniería Geotécnica del Lanamme, explicó que tras comparar las evaluaciones de sitios propensos a deslizamientos realizadas el año anterior, se encontró que al menos seis puntos críticos desmejoraron su condición. Según dijo, en el monitoreo de este año se identificaron 76 nuevos sitios de “interés geotécnico”, es decir que presentaban caída de material, deslizamientos o algún tipo de erosión.
Monge agregó que determinaron que 25 puntos evaluados podrían mantener su condición si se realizan trabajos de manejo de aguas superficiales y en otros 10 se requiere de un análisis más profundo para definir la solución específica.
Además de los cierres constantes que se realizan en la ruta debido a las caídas de material, el MOPT mantiene en ese y otros pasos de montaña un protocolo preventivo, mediante el cual se ordena la suspensión del tránsito durante horas de la noche en caso de condiciones climáticas adversas, tal como ocurrió entre el 11 y 22 de noviembre cuando se realizaron cierres entre las 6 p. m. y 6 a. m.
