A mediados de noviembre, un barco mercante chino arrastró su ancla a lo largo de más de cien millas por el fondo del mar Báltico , dibujando un rumbo en zig zag que denota actitud intencionada y destruyendo a su paso dos cables de transmisión de datos de gran importancia para la infraestructura digital en Europa. Ésta es la conclusión a la que llegaron los investigadores internacionales que estudian el caso: los cables de datos fueron cortados intencionadamente por la tripulación a bordo. Además sospechan de una autoría rusa tras el ataque, ya que han podido comprobar que a bordo del carguero chino viaja un miembro de la Armada rusa. Los expertos de inteligencia occidentales confirman que sospechan también que...
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