El titular del Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid, Juan Carlos Peinado, ha citado a declarar a la directora de Programas de la Secretaría de Presidencia del Gobierno, Cristina Álvarez, para que como testigo explique el 20 de diciembre las gestiones que según se desprende de los correos electrónicos aportados a la causa, realizaba para la cátedra extraordinaria que dirigía en la Universidad Complutense de Madrid Begoña Gómez, mujer del presidente del Gobierno. En una resolución a la que tuvo acceso ABC, el instructor acuerda esta diligencia que venían solicitando las acusaciones populares desde el pasado mes de julio y reiteraron en octubre, a raíz de la presencia de Álvarez en intercambios con los patrocinadores de la cátedra o la propia universidad. Precisamente este miércoles, HazteOír había ido un paso más allá solicitando que la comparecencia lo fuese como imputada, sin embargo el instructor ha acordado antes la citación como testigo de la asesora de Moncloa. La relación entre Álvarez y Begoña Gómez se remonta años atrás y coincidieron en la empresa Inmark. En 2018, con la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa, fue fichada para el cargo que ocupa, de los considerados 'de confianza' y se desempeña en la práctica como asistente de la mujer del presidente del Gobierno, si bien no estando regulada en España esta figura de consorte los límites de sus ocupaciones tampoco están definidos. Las acusaciones populares pusieron el foco en ella cuando tanto el rector de la Universidad Complutense de Madrid, Joaquín Goyache, como el ya ex vicerrector de Relaciones Institucionales, Juan Carlos Doadrio, refirieron en sus declaraciones ante el juez que había estado acompañando a Begoña Gómez en gestiones que lo eran propias de su función de directora de la cátedra, lo que forma parte de su esfera profesional privada, no del ámbito de Presidencia del Gobierno. Después vendrían los emails que corroboraban esas gestiones para ella, desde el mensaje enviado a Reale, patrocinador de la cátedra, instándole de parte de Begoña Gómez a mantener el apoyo económico a la iniciativa ; hasta los remitidos a la Feria de Madrid (Ifema) desde su cuenta de correo de Moncloa para cerrar los flecos de un evento que esa misma cátedra estaba organizando. La última aportación lo fue de la propia Gómez, que en un cambio de estrategia por la que, por vez primera, pedía diligencias al juez en su defensa, aportaba otra batería de correos electrónicos en relación al software que la universidad compró a Deloitte para la cátedra desvelando que Cristina Álvarez era la destinataria de uno de ellos y figuraba en copia de los demás. El miércoles HazteOír instó por ello que se practicase su declaración pero en calidad de investigada, bajo sospecha de que desempeñar tareas en esa esfera profesional privada de Begoña Gómez cuando el sueldo de lo paga la Administración General del Estado podría ser delictivo. El 20 de diciembre a las 11:30 de la mañana podrá explicar qué hacía exactamente en los dos ámbitos y tendrá que decir verdad. Está citada como testigo.