Según los datos de 2021, el número de especialistas en Anestesiología en el Sistema Nacional de Salud en ese momento era de 6.762, de los cuales el 62,1% (4.188) tienen menos de 50 años. La ratio por comunidades autónomas es muy diferente según el territorio, aunque la media es de 15 profesionales por cada 100.000 habitantes. Según un informe previo del Ministerio de Sanidad, la ratio total de anestesistas (incluidos los de la Sanidad privada) es de 19, por lo que el número total de estos profesionales en España asciende a 9.053.
El papel de los anestesistas es de vital importancia para la seguridad y el tratamiento del dolor del paciente. Así lo han asegurado representantes de la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (Sedar) ante la Comisión de Sanidad del Senado, a la que han acudido para pedir que se de mayor visibilidad a la especialidad y que se acometan los cambios necesarios para protegerla.
El presidente de la Sedar, Javier García, ha defendido que "entre el sueño y la vida siempre está la protección silenciosa del anestesista, el verdadero guardián de la seguridad del paciente”.
En su exposición ante los senadores, García solicitó el apoyo de todos los grupos parlamentarios que llevar a cabo una serie de reformas en la profesión que "no solo mejorarían la atención médica, sino que también reducirían los costes sanitarios a largo plazo".
La primera, una formación MIR ampliada, que supone crear un el quinto año en la formación MIR, alineándose con los estándares europeos y asegurando unas competencias más avanzadas. En segundo lugar, pidió una mayor regulación de los actos anestésicos. "Es imprescindible establecer y clarificar, mediante una norma de rango adecuado, la regulación de los actos anestésicos, así como las competencias y formación necesarias para su ejercicio. Estos procedimientos, de alta complejidad y riesgo, deben ser realizados exclusivamente por médicos especialistas en Anestesiología, quienes cuentan con al menos 4 años de formación MIR en esta disciplina", explicó.
Su tercera reivindicación fue la de posicionar a dolor crónico como prioridad sanitaria en España, para lo que pidió que se promoviera un Plan Nacional de Prevención y Tratamiento del Dolor Crónico, incluyendo la creación de unidades especializadas en todos los hospitales de tercer nivel y en el 75% de los de segundo nivel.
La prevalencia del dolor crónico (definido como aquel que dura más de tres meses o se mantiene un mes después de la recuperación de la lesión o el problema que lo causó) en España se ha disparado en los últimos años, hasta afectar ahora mismo al 27% de la población adulta. Supone que son más de 9 millones los españoles con un dolor crónico y de hecho es el primer motivo de consulta médica, aunque más del 60% de los afectados no recibe tratamiento.
Por último, se refirió a la urgente necesidad de crear UCIs quirúrgicas en todo el territorio nacional, "fundamentales en crisis sanitarias como pandemias, DANA y otras catástrofes", señaló.
