Se podría decir que a Conor Mcgregor le gustaría ser Vladimir Putin. El peleador de Artes Marciales Mixtas ha mostrado en multitud de ocasiones su ambición por llegar a ser presidente de la República de Irlanda. En un mensaje publicado en X, el excampeón de la UFC ha asegurado que su figura es la que necesita el país.
"Esos charlatanes en sus puestos de poder serían convocados para que respondieran ante el pueblo de Irlanda y yo lo haría antes de que acabe el día. O no me quedaría otra opción que disolver el Dáil por completo. Detener el tren hasta entonces. El pueblo de Irlanda se merece las respuestas que busca. Sin rodeos. Ese sería mi poder como presidente. Lo sé muy bien. Irlanda necesita un presidente activo empleado íntegramente por el pueblo irlandés. Soy yo. Soy la única opción lógica. 2025 se acerca...", escribía el irlandés.
Una ambición que comparte con el presidente de Rusia, Vladimir Putin. Ambos personajes, conocidos mundialmente, poseen una buena relación después de que el presidente ruso invitara a Mcgregor a la final del Mundial de fútbol de 2018 en Rusia.
Se trata de una relación extraña e improbable, pero que ha sucedido. Después de que el irlandés y Putin se vieran las caras por primera vez en 2018, la relación entre ambos fue notoria. Así lo hizo saber Mcgregor vía X, asegurando admirar al presidente. "Hoy me invitaron a la final del Mundial como invitado del presidente ruso Vladimir Putin. Este hombre es uno de los líderes más grandes de nuestro tiempo y fue un honor para mí asistir a un evento tan importante…".
Un año después de dicho encuentro, Mcgregor reveló que ese mismo día le entregó un regalo a Putin. En una conferencia de prensa en Moscú, el irlandés aseguró que la primera botella de whiskey "Proper Twelve" creada por su empresa fue entregada al presidente.
Un regalo que no paso inadvertido, puesto que la seguridad del presidente tuvo que comprobar que no se tratara de ningún liquido que pudiera afectar a su salud.
Sin embargo, esta relación sorprende no solo por ser muy inesperada, sino que la mayor rivalidad del irlandés ha sido contra el ruso Khabib Nurmagomédov. Ambos peleadores se vieron las caras en el UFC 229 de Las Vegas, tres meses después de la final de la Copa del Mundo en 2018.
Tras la pelea, donde Khabib venció a Conor vía sumisión, el ruso se dirigió a la esquina del excampeón para agredir a uno de los acompañantes, el famoso Dillon Danis. Tras esto, Mcgregor saltó a defender a sus compañeros y se formó una batalla campal que acabo con ambos equipos siendo desalojados del recinto.
Un suceso que no gustó a Vladimir Putin, que se reunió con Khabib días después para felicitarle y donde el luchador ruso se disculpó ante tal espectáculo.
Tras este suceso, se desconoce cuál es la relación entre el luchador irlandés y Putin. Sin embargo, Mcgregor tiene otras cosas de las que preocuparse. Y es que recientemente ha sido condenado por el Tribunal Superior de Justicia de Dublín por una agresión sexual a una mujer en 2018. El excampeón deberá pagar 250.000 euros a la afectada, todo ello a la espera de un posible regreso al octógono de la UFC de cara a 2025.
Según algunas filtraciones dentro del mundo de las Artes Marciales Mixtas, Mcgregor podría estar enfrentando a Dan Hooker, peleador australiano, el próximo mes de febrero de 2025.
