La Fundación Emilio Álvarez Gallego, Cáritas, el Arzobispado de Valladolid y el Ayuntamiento de la capital han participado este miércoles en la colocación de la primera piedra del edificio que acogerá el colegio de educación especial de la Obra Social del Santuario , en la conocida como parcela de Cáritas, donde esta entidad también rehabilitará un antiguo inmueble para ubicar en él su sede en la ciudad. El secretario de la Fundación, Ciriaco Rodríguez ; el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, y el alcalde de la ciudad, Jesús Julio Carnero , han intervenido en el acto de colocación de la primera piedra de las obras del nuevo centro, que comenzaron hace un mes, y al que han asistido otros representantes municipales, de la iglesia vallisoletana, de las organizaciones sociales religiosas y personal del propio centro, informa Ep. El proyecto del nuevo centro educativo se ubica en la conocida como parcela de Cáritas, entre las calles Simón Aranda y José María Lacort cuenta con un presupuesto de 3,8 millones de euros más el IVA, que será sufragado íntegramente por la entidad social y el plazo de ejecución es de diez meses, con la intención por parte de la Obra Social de iniciar el curso 2025/2026 en el nuevo centro. Se configurará en dos plantas, con un amplio patio, y estará destinado a los niveles de Segundo Ciclo de Educación Infantil, Educación Primaria y Educación Secundaria del Colegio Especial de la Obra Social del Santuario, que actualmente se imparten en un inmueble de la cercana calle del Santuario. Como ha destacado el alcalde de la ciudad, el proyecto permitirá mejorar «la estructura urbana en esta zona de Valladolid» y se va a mejorar la «estructura social» con un centro que prestará «en mejores condiciones» su servicio de educación especial. Por su parte, el arzobispo vallisoletano ha incidido en que la acción de Obra Social del Santuario a través de este colegio ejerce una función necesaria con un alumnado y sus familias a los que se ofrecerán «mejores y mayores dotaciones» e incluso se podría pensar en que el alumnado «pueda crecer», si bien ha reconocido que para trabajar con 50 chicos «con éstas características» existe una «dedicación personalizada y extraordinariamente valiosa». La fundación, como ha añadido, tiene en sus planes la remodelación del edificio del antiguo Centro de Día de Cáritas con entrada por la calle José María Lacort que será la sede de la entidad social diocesana en un proyecto que se presentará próximamente. Además, la parcela reserva, desde su regularización, una parte del espacio a suelo dotacional municipal, para el cual Jesús Julio Carnero ha apuntado que hay «distintas opciones» para esta parcela y el Ayuntamiento se encuentra «en fase de estudio». Cabe recordar que en el programa electoral del Partido Popular se comprometía la construcción de un centro cívico polivalente en esta parcela, con centro de mayores, centro de día y biblioteca, si bien recientemente se ha anunciado la creación de un centro de vida activa en la antigua escuela de Artes de la calle Leopoldo Cano. Como ha explicado la directora del colegio, Virginia Rodríguez , el nuevo centro dará una «gran oportunidad» de poder más recursos para la plantilla y el alumnado, que son fundamentalmente chiscos «con diferentes capacidades», como trastornos del espectro autista, diversidad funcional o parálisis cerebral. Una parte de ellos, la mayoría, es de tipo «preferente» y también hay alumnos en «escolaridad combinada». El centro cuenta con un equipo multidisciplinar formado por diez profesores, además de un equipo de orientación con psicóloga y trabajadora social, fisioterapeutas y ayudantes técnicas educativas. La oferta educativa cuenta con seis aulas concertadas, una de ellas de segundo ciclo de educación infantil, cuatro de educación básica obligatoria y una de «transición a la vida adulta». La 'primera piedra', como ha detallado Ciriaco Rodríguez , ha consistido en una urna de metacrilato en la que se han depositado dos ejemplares de la prensa diaria de este miércoles -día elegido por situarse entre el Día de Cristo Rey y la festividad del Beato Bernardo de Hoyos- , dos publicaciones de la revista del Arzobispado, monedas en curso legal, evangelios con estampa del mencionado beato, una maqueta de la imagen del Corazón de Jesús de la torre de la Catedral, una pulsera del Año Jubilar que finalizó hace unos meses y dibujos y trabajos realizados por los alumnos del colegio. Todo ello ha sido bendecido por el arzobispo de Valladolid. Como ha explicado el representante de G33, el estudio de arquitectura que ha realizado el proyecto, el nuevo centro contará con una superficie de unos 1.700 metros cuadrados construidos (m2), con planta de 700 m2, para albergar las seis mencionadas aulas y además se le dotará de biblioteca, comedor, gimnasio, un taller de jardinería, aulas para fisioterapia, multisensorial, salas polivalentes y una capilla. El edificio, de dos plantas -zona infantil en planta baja, junto al comedor, gimnasio y jardín y en la primera las aulas de los más mayores y la biblioteca-, estará formado por un único volumen provisto de varios accesos, interconectados por un vestíbulo central, con dos plantas en forma de L y, a su vez, conectadas mediante dos núcleos verticales de comunicación. Se cuenta con la «complejidad sustancial», como ha apuntado el arquitecto, de que el edificio se ubicará sobre cuatro plantas de sótano que se construyeron hace unos años, lo que ha «limitado un poco» la estructura y la distribución interna. El centro cuenta con cuatro patios de recreo diferenciados, con una superficie total de 900 metros cuadrados (m2) y dispondrá de una zona con posibilidad de ser cubierta por toldos de tela retráctiles, y de una zona para huerto. Esta parcela fue una de las que sufrió alteraciones en la manipulación del Plan General de Ordenación Urbana de 2003, que acabó con la condena en 2019 del exconcejal de Urbanismo José Antonio García de Coca, fallecido el pasado año, y varios cargos de dicho área que ejercieron durante la etapa del exalcalde popular, Francisco Javier León de la Riva. La modificación irregular en su día consistió en que se varió un plano para que en una parcela que debía figurar como suelo urbano no consolidado se considerase como consolidado, lo que no obligaba a los propietarios a ceder espacios libres para dotaciones públicas. Finalmente, con la revisión del PGOU de 2020, aprobada durante la etapa de Manuel Saravia (VTLP) como concejal de Urbanismo, se estableció un nuevo reparto de los espacios de acuerdo con la Fundación Emilio Álvarez Gallego, que en 2023 cedió la parcela a su vez a Cáritas. Con la regularización, el Ayuntamiento obtuvo una parte de la parcela que se podrá dedicar a una dotación municipal.
