El Real Madrid , en una de sus temporadas más extrañas de los últimos años, se las verá este jueves ( 20.45, Movistar Plus ) contra el Barcelona , el segundo clásico de la 2024-25. Un duelo que enfrentará a dos equipos que han abrazado la irregularidad en las últimas semanas. Mientras los blancos son décimos con cinco victorias y seis derrotas, los azulgranas no tienen mucho más de lo que presumir, pues ocupan la octava posición con siete triunfos en 11 jornadas. De hecho, los catalanes, vienen de sufrir un duro correctivo en la última jornada contra el Bayern en Múnich , partido en el que encajaron 100 puntos y donde el alero alemán Andreas Obst sumó once triples, récord histórico de la competición. El Madrid, por su parte, recuperó algo de ánimo el pasado jueves ante el Alba de Berlín , colista de la Euroliga, al que venció con superioridad (98-84) tras haber sumado cinco derrotas en sus últimos seis compromisos internacionales. El clásico tras novedades para ambos bandos. El Barcelona podrá ver cómo debuta su nuevo fichaje, el brasileño Raúl Neto , base firmado hasta final de campaña tras la grave lesión de Nicolás Laprovittola, que no volverá a vestirse de corto, mínimo, hasta octubre de 2025. El Madrid, tras recuperar de la enfermería a Dzanan Musa y a Andrés Feliz, ya podrá contar con el internacional español Usman Garuba , que ha sufrido muchos problemas físicos desde su reincorporación a la disciplina merengue el pasado verano. «Ganar el primer partido a domicilio sería un buen punto de partida, pero es una temporada larga y tenemos que pensar en el día a día. El camino será diferente al de otros años. Tenemos que mantenernos al margen de ciertas emociones tanto si ganas como si pierdes», aseguró el técnico madridista Chus Mateo . «Un Barça-Madrid siempre es un partido especial, diferente, muchas veces da bastante igual las dinámicas que lleves. Es un partido que significa mucho para el baloncesto español y los aficionados. Los jugadores lo esperan», dijo su homónimo azulgrana, Joan Peñarroya , que debutó en el banquillo catalán en las semifinales de la Supercopa de España el pasado 21 de septiembre. En aquella ocasión el Madrid se llevó el duelo (89-83).