Tampoco se presentó este miércoles la presunta víctima de un delito continuado de abusos sexuales cuando tenía 14 años. Era la segunda vez que dejaba plantados al tribunal de la Audiencia Provincial de Toledo y al acusado, que tenía 26 años cuando ocurrieron supuestamente los hechos en 2109. Después de una hora y media de espera, el procesado compareció delante del tribunal para oír de voz de su presidente, Juan Ramón Brigidano, la próxima fecha del juicio: el 13 de febrero. Dada la gravedad del delito a juzgar, era «necesaria» la presencia de la denunciante, justificó el magistrado. La nueva cita se fijó tras consultar a las partes. La fiscal había solicitado la suspensión, mientras que la abogada defensora se había opuesto. Explicó que era la segunda vez que se aplazaba, lo que demostraba el «escaso interés» de la denunciante . Ahora, para asegurar su presencia y evitar más retrasos, la Audiencia ha ordenado arrestar a la joven, que debe de tener 19 años. Así, se podrá oír su versión de unos hechos que la letrada del inculpado negó en la sala. En los pasillos, sin embargo, declinó realizar declaraciones a los periodistas, siguiendo las directrices de su cliente. La representante del Ministerio Público no fue la misma persona que firma el profuso escrito de acusación, ininteligible en algunos párrafos . Sus conclusiones provisionales están además anonimizadas. Así, la eliminación de las identidades, solamente expresadas por iniciales, es un lastre más para que la comprensión lectora resulte complicadísima, hasta para varios expertos en la materia consultados por ABC. Los hechos narrados por la Fiscalía se remontarían a abril de 2019, cuando la presunta víctima y el acusado se conocieron. La manifiesta diferencia de edad, 12 años, no fue un obstáculo para que iniciaran un 'pseudonoviazgo' y mantuvieran relaciones sexuales. Unas fueron consentidas, aunque la ley señala que quien realizare actos de carácter sexual con un menor de dieciséis años será castigado con pena de prisión. Sin embargo, a otras ella se negó, según el relato del Ministerio Público. Más adelante, la muchacha se lo contó a su madre, presa en Alcalá Meco, que denunció los presuntos abusos sexuales. La Fiscalía pide ahora once años de prisión para Óscar y que indemnice también con 9.000 euros a Iriana, llamada a declarar en la Audiencia toledana por tercera vez.