Llegar a cierta edad suele despertar el deseo de explorar nuevos horizontes y comenzar una etapa diferente en un lugar que ofrezca tranquilidad y oportunidades durante la jubilación.
Por esta razón, este país de Sudamérica se perfila como la opción ideal para quienes desean emigrar después de los 60 años, gracias a sus bajos impuestos y un costo de vida accesible.
A solo un paso de Argentina, Uruguay destaca por su excelente calidad de vida y un proceso simplificado para obtener la visa de residencia temporal para jubilados, lo que facilita una transición sin complicaciones hacia una nueva etapa de vida.
Uno de los mayores atractivos de Uruguay es su moratoria fiscal, que exime de impuestos durante los primeros cinco años a los jubilados sobre los ingresos provenientes del extranjero.
Según los expertos del sitio de International Living, esta ventaja permite a los expatriados disfrutar de una tranquilidad financiera al comienzo de su nueva vida en este país.
Una vez finalizado este periodo, los impuestos sobre los ingresos extranjeros siguen siendo bajos en comparación con otros países, lo que hace de Uruguay una opción sostenible a largo plazo.
Además de los beneficios fiscales, el país es reconocido por su estabilidad política y su sólida infraestructura, lo que proporciona un ambiente seguro y cómodo para sus habitantes.
El sistema de salud de Uruguay es de alta calidad, y el costo de vida es relativamente bajo en comparación con otras naciones. Una pareja puede vivir cómodamente con u$s 2500 y u$s 3500 al mes, lo que hace que este destino sea aún más atractivo.
Uruguay se apresta como un destino ideal para quienes buscan emigrar después de los 60 años, con una economía estable, una cultura similar a la de Buenos Aires y hermosas ciudades costeras.
Además, los requisitos para obtener la residencia temporal para jubilados son bastante accesibles. Según el sitio oficial del Gobierno de Uruguay, los criterios son los siguientes: