La policía catalana ratifica la infiltración en el exlíder de la entidad entre 2015 y 2020 así como en su sucesora, Elisenda Paluzie, y la exdirigente Sònia Urpí
Un SMS para espiarlos a todos: el rastro de la infección a los móviles de independentistas que delata al CNI
Nueva confirmación del espionaje al independentismo. Los Mossos d'Esquadra han corroborado la infiltración mediante el programa Pegasus, que solo se vende a Gobiernos, en el teléfono de los expresidentes de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) Jordi Sànchez y Elisenda Paluzie, así como en el de la exmiembro del secretariado de la entidad Sònia Urpí. Todos los ataques coinciden con momentos de relevancia política.
Así lo han explicado los tres exdirigentes soberanistas tras comparecer como denunciantes ante la magistrada del juzgado de instrucción 23 de Barcelona este martes. En el caso de Sànchez, los Mossos han ratificado que su móvil fue infectado con Pegasus en hasta 19 ocasiones entre 2015 y 2020. La mayoría de ataques fueron entre 2015 y 2017, cuando dirigía la ANC antes de entrar en prisión en el procés. El último ataque es de julio de 2020, cuando disfrutaba de uno de sus primeros permisos penitenciarios.
El espionaje coincide con Ejecutivos centrales tanto del PP como del PSOE. La interceptación total de comunicaciones de Paluzie ocurrió en cuatro ocasiones. En agosto y octubre de 2019, coincidiendo con los preparativos y la sentencia del procés, y en mayo y agosto de 2020, durante la campaña electoral interna de la entidad.
Paluzie fue espiada mediante el envío de un SMS con una noticia falsa sobre las elecciones a la ANC, una técnica que los Mossos han descubierto que también fue usada para atacar a otros independentistas y que delata al Centro Nacional de Inteligencia (CNI). En el caso de Urpí, fueron dos ataques, en junio de 2020, cuando fue escogida miembro del secretariado de la entidad.
Sànchez y Paluzie fueron dos de los nombres que la antigua directora del CNI Paz Esteban reconoció haber espiado, con aval del Tribunal Supremo, en su comparecencia en el Congreso sobre el escándalo Pegasus en 2022. La jefa de los espías admitió solo 18 nombres de espiados por el CNI frente a los 65 que aduce el independentismo.
La admisión por parte del CNI del espionaje ha sido hasta ahora la barrera que los jueces de Barcelona que investigan el caso han puesto a la hora de avanzar en las pesquisas. Si Esteban reconoció el nombre, la investigación avanza. Si no, queda en vía muerta. Así ha ocurrido en el caso de la denuncia del expresident Aragonès, que es la única de la decena de causas abiertas en Barcelona por la que Esteban permanece imputada al haber admitido su espionaje en el Congreso.
El informe de los Mossos que corrobora oficialmente el espionaje a Sànchez y Paluzie era el paso necesario que esperaba la magistrada y los denunciantes ante de decidir los próximos pasos a seguir. Aunque en declaraciones a la prensa no han querido desvelar los próximos movimientos, los denunciantes previsiblemente solicitarán en los próximos días la declaración como imputada de Esteban o de su antecesor hasta 2020, Félix Sanz Roldán.
Los exlíderes de la ANC quieren que la investigación judicial sirva para dilucidar si fueron espiados por el CNI o también por la Policía Nacional o la Guardia Civil. “Se vulneraron nuestras libertades políticas u nuestra intimidad. ¿Cómo es posible que haya espionaje político en el siglo XXI en el seno de la UE?”, ha enfatizado Sànchez en declaraciones a la prensa.
“Estamos contentos porque se empieza a investigar, pero han pasado dos años y medio desde nuestra denuncia en el juzgado”, ha recordado Paluzie, que ha alertado del “efecto disuasorio” en el activismo y la actividad política que supone el espionaje. “Hemos sido espiados por ser de la ANC”, ha insistido Urpí. “Se atacó a personas por ser independentistas, es pura represión política”, ha zanjado el abogado y miembros del secretariado de la ANC, Josep Cruanyes.