Es, seguramente, el campo de fútbol más impresionante del mundo. Muchos futbolistas sueñan con jugar en el Santiago Bernabéu, el Camp Nou o en Anfield pero ninguno de estos templos del balompié esconde tanta magia como el Henningsvær Idrettslag Stadion. Ubicado en las remotas islas Lofoten de Noruega, más allá del círculo polar ártico, este campo está enclavado en un pequeño islote rocoso en el que ni siquiera hay espacio para unas gradas. Sólo se usa para los aficionados al fútbol: no se podría jugar de forma profesional porque los balones caerían al agua . Eso sí, el estadio dispone de iluminación para que los niños de la localidad puedan jugar de noche.
Estadio Henningsvær 1927 marcó la fundación del equipo deportivo de Henningsvær, Henningsvær IL. En las islas rocosas del Círculo Polar Ártico, no siempre es fácil encontrar espacio para campos de fútbol. Pero ante la adversidad el equipo ha creado algo espectacular. El estadio Henningsvær ha sido llamado el estadio de fútbol más hermoso del mundo, y debería estar en la lista de deseos de cualquier futbolista para tener la oportunidad de jugar aquí. Para hacer el estadio Henningsvær, nivelaron el sólido lecho de roca del sur de la isla Hellandsøya. Esto dejó un paisaje irregular muy llamativo.
Alrededor del borde del campo, hay una franja de asfalto. Esto sirve como estacionamiento y como tribuna para la multitud. No es el más grande, pero alrededor de 500 personas pueden ver el juego con facilidad. Es lo suficientemente grande como para satisfacer las necesidades de Henningsvær, ya que ni siquiera tiene tantos habitantes.
En contraste con la roca desnuda y la hierba que lo rodean destaca el césped verde brillante y las líneas pintadas de blanco. Ver el flujo y reflujo del juego contra las crestas de la isla y las olas del Mar Ártico es un espectáculo surrealista.
La cancha sigue abierta y se ha hecho famosa por los pilotos de drones y los miles de videos que circulan en redes sociales. A pesar de que las horas de luz en invierno son escasas, el balón sigue rodando gracias a la luz artificial, que también le da un encanto especial a la hora del crepúsculo.
El paisaje es espectacular y bien vale la pena descubrirlo. Es aquí donde con un poco de suerte y las condiciones meteorológicas correctas podrás ver auroras boreales.
El estadio donde los días no se acaban
Este campo cuenta con otra curiosidad y es que puede disfrutar de un oeriodo en el que los días son eternos. Durante el verano en puntos al sur del Círculo Polar Antártico y al norte del Círculo Polar Ártico, incluido el norte de Noruega, ocurre el fenómeno sol de medianoche. La Tierra rota con un eje inclinado con respecto al sol y, durante los meses de verano, el Polo Norte queda inclinado hasta el astro celeste. Ante eso, que durante algunas semanas, el sol no llega a ponerse encima del Círculo Polar Ártico.
En particular, en las Islas Lofoten, desde el 26 de mayo hasta el 19 de julio no se pone el sol, y por contrario, desde el 7 de diciembre hasta el 5 de enero, el sol no sobrepasa el horizonte.