Hay una broma, en los círculos del norte del Londres de Islington y Highbury, ligados al Arsenal, su gran rival, que bautiza a los Spurs como ‘Doctor Tottenham’, por su facilidad para perder contra equipos en crisis, a los que da la oportunidad de recuperarse. Les ha sucedido muchas veces y así les pasó hace tres semanas frente al Ipswich Town (1-2), cuando, si hubieran derrotado a los ‘tractor boys’, que no habían ganado hasta entonces ningún partido en la Premier, el buen equipo de
Ange Postecoglou se hubiera colocado tercero, en puestos de Champions League. Con esa chanza, los aficionados rivales tratan de sonrojar a ese Tottenham Hotspur ‘ciclotímico’, que convive con los extremos anímicos. El sábado, en el Etihad, (0-4) todo el mundo vio lo bien que juega, cuando sale y luce su cara buena.
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