S&P Global Ratings redujo la calificación de riesgo de Panamá de BBB a BBB-, aunque mantiene el grado de inversión. La situación fiscal del país fue el principal motivo de esta rebaja.
Hace unos meses, otra agencia calificadora, Fitch Ratings, también bajó la nota crediticia de Panamá, pero en ese caso el país perdió el grado de inversión. Actualmente, se espera el análisis de Moody’s, donde Panamá está al borde de perder esta categoría.
La perspectiva estable refleja nuestra expectativa de estabilidad política, continuidad en las políticas económicas clave y una reducción gradual del déficit fiscal del gobierno general, aseguró la agencia.
“Esperamos que el nuevo gobierno implemente medidas de política fiscal para estabilizar la deuda soberana y las cargas de intereses. Además, la economía diversificada de Panamá y las políticas pro-crecimiento deberían sostener el crecimiento del PIB por encima del nivel promedio de sus pares", destacó S&P.
La calificadora advirtió que podría reducir nuevamente la calificación en los próximos 12 a 24 meses si los retrocesos en las políticas impiden la disminución de los déficits fiscales. Esto podría generar una acumulación de deuda más rápida de lo esperado.
En un contexto de mayor incertidumbre global, un desempeño económico más lento del previsto también podría debilitar la solvencia crediticia de Panamá.
Mientras que la nota de riesgo podría subir si el perfil externo de Panamá se fortalece o si su desempeño fiscal mejora más allá de nuestras expectativas. Esto podría lograrse mediante medidas de control del gasto y fortalecimiento de los ingresos.