La trayectoria de Danny comenzó en el mundo culinario, una pasión que cultivó durante 17 años y con la que tuvo grandes logros, algo en su interior le decía que ese no era su destino final. Fue un estilista, durante los primeros años de su carrera, quien sembró la semilla que años más tarde germinaría: “Yo no te veo en la cocina, deberías buscar algo relacionado con esto”.
Un nuevo comienzo durante la pandemia
El momento decisivo llegó durante la pandemia, un periodo que marcó un antes y un después para Danny. Aprovechando el tiempo en casa, comenzó a tomar cursos de maquillaje de forma virtual. “Ahí empezó la magia”, recuerda. Su talento y pasión fueron rápidamente reconocidos, y los cursos que impartía también se convirtieron en un escape emocional y creativo tanto para él como para quienes los tomaban.
Para profesionalizarse, Danny estudió en la reconocida Academia NE, acreditada en Italia y Costa Rica. Además, amplió sus conocimientos en peinado con la Academia CAMPE. Sin embargo, su camino no estuvo exento de desafíos. En un episodio particularmente difícil, mientras estudiaba, recibió la noticia del fallecimiento de un ser muy querido. “El maquillaje y el peinado me salvaron. Me ayudaron a no caer en la depresión absoluta”, confesó Danny.
El presente de un artista multifacético
Hoy, Danny está enfocado en compartir su arte y conocimiento a través de su academia. También organiza cursos de automaquillaje, cuyo propósito principal es ayudar a las mujeres a descubrir su mejor versión. “Cuando una mujer ve en el espejo el reflejo de lo que lleva por dentro, pero mejorado con maquillaje, se convierte en alguien imparable”, asegura.
Además, Danny planea traer a una artista internacional del maquillaje para seguir inspirando y elevando el nivel de la industria en Costa Rica, demostrando que su misión va más allá de lo personal: busca transformar vidas a través del arte.
Para Danny, el maquillaje no solo es una herramienta estética, sino también un medio para empoderar. Desde enseñar a las mujeres cómo aprovechar su belleza natural hasta ofrecer consejos para construir una cosmetiquera básica (preparadores de piel, base, polvos, sombras, rímel y labial), su trabajo se centra en resaltar la fuerza y confianza que cada persona ya posee.
Actualmente, también trabaja para el Instituto IECSA- Súper Salón.
Danny Meraki es mucho más que un maquillista: es un ejemplo de resiliencia, creatividad y pasión, y su historia recuerda que siempre hay oportunidad para reinventarse y seguir los sueños.