El kebab turco traspasa fronteras y se ha convertido en un fenómeno global. En los últimos años, se ha ido introduciendo en la dieta de los jóvenes españoles, lo que ha hecho que proliferen los negocios dedicados a la venta de este producto. El ingrediente principal del kebab, típico de Oriente Medio, es la carne, prensada en un hornillo vertical , que se sirve después en pan de pita o durum junto con vegetales como la lechuga, la cebolla o el tomate. Todo ello junto a una salsa, normalmente yogur o picante. Sin embargo, el consumo del kebab turco puede tener efectos negativos en nuestro salud, al tratarse de un plato fuerte que no forma parte de nuestra dieta diaria. Así lo ha explicado el popular enfermero y 'tiktoker' Jorge Ángel Heras en un vídeo. El creador de contenido, que cuenta con más de seis millones de seguidores, se pregunta al inicio del vídeo «por qué te entran ganas de cagar cuando te comes un kebab». Y es que es habitual que, después de consumir este producto, se necesite acudir al baño. El motivo detrás de ello se encuentra en los ingredientes del kebab, tal y como explica Jorge Ángel. «El conocido enema turco tiene una serie de especias y otros componentes que tu cuerpo no está acostumbrado porque normalmente no las incluyes en tu dieta habitual». Y es que una de las características de este plato turco es el sazón de su carne, a base de especias que varían dependiendo del lugar. Entre ellas, se encuentran el orégano, la guindilla, la canela, el comino o el cilantro. Las especias y otros componentes del kebab a los que no estamos habituados hacen que,e xplica el enfermero, « aumente más todavía el reflejo gastrocólico», esto es, la respuesta fisiológica del sistema digestivo tras la ingesta de alimentos. De esta forma, cuando «el alimento llega a nuestro estómago, nuestro cuerpo libera una serie de hormonas para iniciar la digestión. Esta va más rápido y te entran ganas de ir al baño», explica Jorge Ángel. Por esta razón, es recomendable hacer un consumo moderado del kebab. Y es que este plato tiene, además, un alto contenido calórico, de sal y grasas saturadas que hacen que resulte poco saludable si se come con frecuencia.