Según el Ministerio de Salud del Perú (Minsa), un buen descanso nocturno es fundamental para controlar el estrés, mejorar la actividad intelectual y prevenir enfermedades como la hipertensión y la diabetes. Sin embargo, muchos peruanos no cumplen con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la cantidad de horas de sueño necesarias. La falta de un descanso adecuado puede desencadenar desde problemas de salud mental hasta enfermedades crónicas.
La OMS sugiere que los adultos deben dormir entre 7 y 8 horas diarias, pero la realidad en Perú es diferente. Un estudio reciente indica que el tiempo promedio de sueño de los peruanos es de solo 6 horas con 18 minutos, lo que pone en riesgo su bienestar general.
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El Dr. Darwin Vizcarra Escobar, especialista internacional en medicina del sueño, ha identificado varios malos hábitos que afectan la calidad del sueño en el país. Entre ellos, el uso excesivo de dispositivos móviles y la exposición a pantallas antes de dormir son factores determinantes. Estas actividades no solo retrasan la hora de acostarse, sino que también afectan la calidad del sueño.
De acuerdo con un estudio de 2019 sobre la Tendencia de Calificación de Sueño de Fitbit, los peruanos distribuyen su tiempo de sueño de la siguiente manera: 1 hora y 4 minutos en sueño profundo, 3 horas y 54 minutos en sueño ligero y 1 hora y 20 minutos en sueño REM. Esta última etapa es crucial, ya que en ella ocurren los sueños y se consolidan los recuerdos.
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Las actividades consideradas poco productivas, como navegar por internet, ver series o realizar labores domésticas menores, contribuyen a demorar la hora de acostarse. El Dr. Frank Villarreal Gutiérrez, especialista en medicina del sueño, señala que el uso de dispositivos móviles crea un sistema de recompensa que refuerza la conducta de permanecer despierto, a pesar de los efectos perjudiciales que estos generan.
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Es fundamental abordar estos hábitos y promover prácticas saludables que aseguren un descanso reparador. La falta de sueño no solo afecta la salud física, sino también la salud mental y emocional de los peruanos. Fomentar un ambiente propicio para el descanso y establecer rutinas de sueño adecuadas constituyen pasos esenciales para mejorar la calidad de vida.
La promoción de prácticas saludables relacionadas con el sueño no solo es responsabilidad individual, sino también un tema de salud pública. Es importante que las autoridades y los centros de trabajo implementen programas de concienciación y medidas que fomenten el descanso reparador, como campañas educativas y políticas que respeten los horarios de descanso.
