La Armada ha concretado la compra de 96 bombas BLU-111 C/B por un valor de 2,3 millones de euros, destinadas a los aviones de combate Harrier AV-8B+ de la Novena Escuadrilla de la Flotilla de Aeronaves. Este lote de municiones será utilizado durante la fase final de la vida operativa de estos aviones.
El proveedor de estas bombas será Northern Technologies Defense, que actúa como representante en España de diversas empresas de defensa. El contrato especifica la entrega de cuerpos de bombas BLU (Bomb Live Unit) 111 C/B. Estas bombas, también conocidas como MK-82, son de caída libre y fabricadas por General Dynamics. Además, permiten la instalación de kits que las convierten en armas guiadas con precisión.
La Mark 82 tiene un peso nominal de 227 kg, En 2006 era la segunda bomba más pequeña de ese tipo en servicio, y es una de las armas aéreas más comunes de todo el mundo. La bomba Mk 82 se ofrece con una variedad de configuraciones de aletas, espoletas, y retardadores. La Mk 82 es la cabeza de guerra de las bombas guiadas por láser del tipo GBU-12 y de la bomba guiada por satélite GBU-38 JDAM. Actualmente la única empresa certificada por el Departamento de Defensa para fabricar bombas para las Fuerzas Armadas de Estados Unidos es General Dynamics en su planta ubicada en Garland (Texas).
El acuerdo estipula que las bombas deberán ser entregadas en un mes tras la formalización del pedido, prevista para antes de fin de año. La entrega se realizará en los polvorines de la base naval de Rota, donde están estacionados los aviones de despegue y aterrizaje vertical que operan desde el LHD Juan Carlos I.
Una vez equipada con un kit de guiado láser, la bomba BLU-111 se convierte en la GBU-12. Con el kit JDAM de Boeing, pasa a ser la GBU-38, y con el kit JDAM más láser, se denomina GBU-54. Los Harrier españoles utilizan frecuentemente la GBU-38, que pesa 590 libras (268 kg), durante sus entrenamientos en el polígono de tiro de Bardenas Reales en Navarra. Además, pueden lanzar la GBU-54, conocida como LJDAM (Laser Joint Direct Attack Munition), que es una versión avanzada de la GBU-38.
Ambas versiones usan un sistema de guiado que transforma una MK-82 en una bomba de precisión operativa en cualquier condición meteorológica. El kit de la GBU-54 incluye además guiado láser y de proximidad, permitiendo a la bomba atacar objetivos móviles a velocidades superiores a 100 km/h.
El sistema LJDAM destaca por su capacidad de utilizar tanto el guiado inercial y GPS como el guiado dinámico por láser, brindando flexibilidad y precisión en distintas condiciones operativas.
Según la documentación del contrato, los aviones AV-8B Harrier II son cruciales para las capacidades de ataque aéreo de la Armada. Para cumplir con su amplio rango de misiones, estos aviones necesitan estar equipados con una variedad de armamentos y municiones, incluyendo las bombas BLU-111.
Estas bombas de propósito general son esenciales en operaciones de apoyo aéreo cercano (CAS) y ataques a objetivos tácticos. Además, su capacidad de ser equipadas con kits de guiado láser o GPS, como los Paveway II, aumenta significativamente su precisión y efectividad contra estructuras ligeras, vehículos y tropas.
Las bombas BLU-111 se han demostrado eficaces en diversos escenarios, proporcionando a los Harrier de la Armada una herramienta versátil y potente para cumplir sus misiones tanto en ejercicios como en operaciones reales.
Con la adquisición de estas 96 bombas BLU-111 C/B, la Armada asegura que sus Harrier AV-8B+ mantendrán sus capacidades operativas hasta el final de su vida útil, reforzando así la capacidad de defensa y ataque aéreo de España.
Este contrato no solo resalta la importancia de mantener un arsenal bien equipado y actualizado, sino también la continua adaptación de las fuerzas armadas a las exigencias modernas del campo de batalla.