Como región más violenta del mundo –con el 8% de la población total, registra el tercio de los homicidios que cada año se comenten en el planeta–, Latinoamérica tiene difícil la prosperidad económica. Con un coste que se eleva al 3,4% del Producto Interior Bruto (PIB) de la región, la inseguridad lastra el desarrollo de los países americanos, que solo pueden apreciar avances sustanciales cuando el crecimiento económico es especialmente alto y puede contrarrestar los efectos directos del crimen. Así lo han vuelto a señalar en sendos informes el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Aunque en los últimos cinco años en Latinoamérica se ha producido un ligero descenso del número de homicidios por 100.000...
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