China informó este martes sobre el despliegue de sus fuerzas militares para “monitorear y emitir advertencias” al avión de patrulla de la Marina estadounidense que sobrevoló el estrecho de Taiwán. Este movimiento, el primero de una aeronave estadounidense en la zona en los últimos dos meses, marca un nuevo episodio en la tensiones que mantienen Pekín y Washington en torno a Taiwán, informa Efe.
En un comunicado emitido por el coronel Cao Jun, portavoz del Comando del Teatro de Operaciones Oriental del Ejército Popular de Liberación (EPL), China aseguró que desplegó tanto fuerzas navales como aéreas para “rastrear y monitorear” al avión P-8 Poseidon de la Marina de EE.UU. Según el coronel Cao, las fuerzas chinas respondieron “efectivamente” a la situación, y calificó de “engañosas” las afirmaciones estadounidenses en torno a los derechos de navegación.
La Séptima Flota de la Marina de EE.UU. detalló en un comunicado que el sobrevuelo del P-8 Poseidon por el estrecho fue conforme al derecho internacional. “Estados Unidos defiende los derechos y las libertades de navegación de todas las naciones”, señaló la Marina estadounidense, y reiteró que su ejército “opera en cualquier lugar donde lo permita el derecho internacional”.
Sin embargo, Cao respondió que estas declaraciones de EE.UU. “distorsionan los principios legales” y “buscan engañar a la opinión pública internacional”. Instó a Washington a detener “la manipulación de estos temas” y promover la paz y la estabilidad regionales.
Este movimiento militar se da en un momento de tensión diplomática entre ambas naciones. La semana pasada, el ministro de Defensa de China, Dong Jun, rechazó una reunión con su homólogo estadounidense, Lloyd Austin, durante la cumbre de la ASEAN en Laos, debido a diferencias sobre la situación de Taiwán. La negativa a este encuentro subraya el distanciamiento creciente entre Pekín y Washington, en especial en lo relacionado con la situación de la isla.
El tránsito del avión estadounidense coincidió además con la visita a Taiwán del senador demócrata Jeff Merkley, quien tiene programado reunirse con el presidente de la isla, William Lai, y otros altos funcionarios. La Cancillería taiwanesa informó que el senador discutirá temas clave durante su estancia de tres días en Taiwán, en un gesto de respaldo que Pekín observa con recelo.
En los últimos años, China ha intensificado su presión sobre Taiwán, una isla que se autogobierna desde 1949 y que Pekín considera una “provincia rebelde”. Las tensiones se han agudizado especialmente desde la llegada al poder del presidente William Lai, quien asumió el cargo en mayo y se ha mostrado firme en defensa de la autonomía de Taiwán.
Estados Unidos, aunque no mantiene relaciones diplomáticas formales con Taiwán, es su principal proveedor de armamento, y se espera que apoye a la isla en caso de un conflicto con China. Esta situación continúa siendo un punto de fricción en las relaciones entre Pekín y Washington, ya que cualquier gesto de apoyo estadounidense a Taiwán es visto por China como una amenaza a su soberanía.
La situación en el estrecho de Taiwán parece destinada a mantenerse como un escenario de disputas de poder y tensiones diplomáticas entre China y Estados Unidos. Con un contexto diplomático cada vez más polarizado y la vigilancia constante de los movimientos militares en la región, las acciones de ambos países en torno a Taiwán seguirán captando la atención mundial, al tiempo que la isla se convierte en un epicentro de la competencia geopolítica global.