Agentes de Policía Nacional han detenido en Lérida a una mujer española, residente en Andorra, por su presunta implicación en un delito de estafa mediante el método del 'engaño amoroso' . La detenida formaba parte de un grupo que contactaba con sus potenciales víctimas a través de diferentes redes sociales hasta llegar a tener una relación próxima a la amistad. Posteriormente, intentaban pasar a una fase de afecto o confianza próxima a una relación sentimental, llegando incluso a manifestar a través de estos medios electrónicos su deseo de trasladarse desde su país de residencia hasta España para conocerse y convivir con ellos. Esta intención quedaba frustrada en diferentes ocasiones, según ella misma explicaba, por diversas causas, como problemas en aduanas o fronteras, dificultades financieras para pagar tasas por el traslado, o falta de dinero en efectivo para el viaje. Por este motivo, los integrantes del grupo proponían a sus interlocutores que les enviasen ciertas cantidades de dinero para poder afrontar estas incidencias. Las víctimas, que ya se encontraban en una situación de dependencia emocional , llegaban a pagar las cantidades exigidas. Al descubrir haber sido víctima de un engaño, las víctimas no sólo sufren el deterioro económico de las transferencias ejecutadas, sino también procesos interiores de impotencia y culpabilidad por haberse dejado engañar de esta forma. Al tener conocimiento de estos hechos, Policía Nacional de Lleida inició las pesquisas para determinar la existencia o no de un grupo criminal y verificar forma y ámbito territorial de actuación. Se confirmó la existencia del grupo criminal dedicado a estafas del tipo 'amorosas', siendo una de las principales cabecillas una ciudadana española que residía en Andorra, de manera que puso ser localizada a través de los servicios exteriores españoles en este país. Días más tarde, el viernes 15 de noviembre y ya en territorio español, se produjo su detención. Las transferencias económicas que había conseguido a través de este mecanismo de engaño alcanzaría un importe superior a los 20.000 euros y determinándose inicialmente la existencia de al menos dos víctimas, aunque la investigación continúa abierta. Desde Policía Nacional se hace hincapié en que no se debe tener sentimiento de culpa ni vergüenza al denunciar, ya que los autores se aprovechan de esa circunstancia para delinquir de manera impune.