Amigos, lo siento, perottengo que repetir el inicio de mis Flechas de hace unas semanas. Copio y pego: “Nada más acabar el Clásico, un amigo colchonero me mandó un mensaje cargado de ironía: Ya verás que alguno dirá que los insultos racistas del Bernabéu venían de aficionados rojiblancos infiltrados”. Me temo que la ficción ha superado a la realidad.
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