El lector de huellas dactilares se ha convertido en una de las funciones más importantes en los celulares actuales, ya que permite desbloquear el dispositivo en cuestión de segundos. Gracias a esta tecnología, ya no es necesario ingresar contraseñas o patrones de seguridad, basta con colocar el pulgar (u otro dedo previamente registrado) en el sensor para acceder a nuestro smartphone.
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Los primeros sensores de huellas dactilares estaban integrados en el botón home, un botón físico ubicado debajo de la pantalla. Sin embargo, algunos fabricantes optaron por colocarlos en la parte trasera de los dispositivos. Motorola, por ejemplo, desarrolló algunos equipos en los que consiguió integrar (de forma muy ingeniosa) este lector en su icónico logotipo.
Conforma pasaban los años, las compañías comenzaron a lanzar smartphones con pantallas más grandes y sin el tradicional botón de inicio. Aunque muchos creyeron que esto sería el fin de los sensores de huellas dactilares, la tecnología evolucionó para integrarlos directamente en la pantalla. Esta tendencia se sigue manteniendo en los dispositivos modernos.
No obstante, en los últimos años, empresas como Xiaomi, Huawei, entre otras, han innovado con dispositivos que ubican el lector de huellas en un lugar diferente: el lateral del equipo. En estos modelos, el sensor se encuentra integrado en el botón de encendido y apagado, lo que permite desbloquear el teléfono de manera rápida y ergonómica.
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Por lo general, el sensor de huellas de un teléfono funciona de manera eficiente; sin embargo, en ocasiones, puede presentar inconvenientes, como no reconocer tu huella digital. Aunque este problema puede arreglarse llevando tu equipo a un técnico especializado, en muchos casos, podría deberse a algo fácil de solucionar. ¿Cómo qué? Aquí algunos ejemplos:
