En medio de otra ola de testimonios de mujeres sobre acoso y violencia sexual, las organizaciones feministas convocan marchas y concentraciones en decenas de ciudades y pueblos para conmemorar esta fecha emblemática
La Guardia Civil detenía en Orihuela a un chico de 17 años como presunto autor del asesinato de una joven de 15 años, su expareja. Otro hombre, de 42 años, era detenido en el sur de Tenerife por intentar matar a su pareja, una mujer de 33 años, delante de su hija de un año. La Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género confirmaba como crimen machista el caso de este domingo en Estepa: un hombre mataba a su mujer. Así empezaba este 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, una fecha emblemática en la que las organizacines feministas convocan marchas y concentraciones. Miles de personas salen a las calles en ciudades y pueblos para clamar contra el machismo y su versión más extrema, la violencia de género.
“No estamos todas, faltan las asesinadas”, es una de las consignas que se escuchan cuando arranca la manifestación convocada por la Comisión 8M en Madrid. Ana Useros, vocera de la Comisión 8M, asegura que el lema de este año -'Juntas el miedo cambia de bando'- quiere transmitir “que para acabar con la violencia sexual, machista y sexista” la solución tiene que ser “estructural”. En la capital, como desde hace dos años, discurren dos marchas diferentes. La otra está convocada por el Foro Feminista de Madrid. Su portavoz, Carmen Flores, también hace mención al carácter estructural, tanto de la violencia como de las soluciones: “Viene del sistema patriarcal y es el que tenemos que combatir, por eso nuestro lema es 'Combatir el sexismo'”.
También en Valencia hay este 25N dos convocatorias separadas. No sucede así en la mayoría de ciudades, como Barcelona, Bilbao, Sevilla, Toledo, Oviedo o Cádiz. En la marcha de Toledo está Consuelo, de 87 años, muleta en mano. Ha venido desde la localidad de Alameda de la Sagra porque “ya está bien” y está “a tope” para hacer sonar su silbato: “Hay que meter jaleo para acabar con las injusticias”. Cientos de personas han acudido a la convocatoria de protesta de la Plataforma 8M de Toledo, a pesar de que este año el Ayuntamiento de PP y Vox decidió no realizar la histórica manifestación del Consejo de la Mujer local.
El 25N de este año llega en medio de otra ola de testimonios de acoso y violencia sexual. El caso Errejón ha propiciado otro repunte de la palabra: los testimonios de varias mujeres sobre los comportamientos ejercidos por el exdiputado y su dimisión han agitado la difusión de cientos de historias de mujeres que relatan violencias de distinta intensidad en sus familias, con sus parejas, en sus lugares de trabajo o en la calle.
El caso de Gisèle Pelicot, la mujer violada por su marido y por decenas de hombres, también está muy presente en las calles este 25N. El lema con el que la coordinadora de organizaciones feministas de Zaragoza convocaba su concentración hace referencia a las palabras de Pelicot, que hablaba pedía que la vergüenza cambie de lado: “Contra la vergüenza, ni un gramo de paciencia”.
León también ha salido a la calle contra la violencia de género. “Siguen diciendo que esto es un invento ideológico y esto quiere decir que las administraciones tienen que poner el foco todavía más en la sensibilización, en la coeducación, en la educación afectivo sexual y en la prevención. El mensaje negacionista es una gran irresponsabilidad, porque quien niega la violencia machista miente y además contribuye a perpetuarla y se convierte en cómplice”, señalan las organizaciones convocantes. La Plataforma contra la Violencia Machista de León recordaba que no basta con legislar, “hay que aplicar lo que se legisla”.
Con información de Francisca Bravo, Candela Canales y Antonio Vega.