El Observatorio Español de Seguro de Alquiler (OESA) advierte que una huelga de impagos del alquiler, como la promovida por el Sindicato de Inquilinos si no se legisla para bajar los precios, podría reducir la oferta de vivienda en más de un 30% y elevar los precios de nuevos contratos en más de un 20%. Estas cifras, según el presidente de OESA, Javier Íscar de Hoyos, agravarían los efectos negativos de la Ley de Vivienda de bajada de oferta y aumento de precios, lo que supondría "echar más leña al fuego".
Desde el Observatorio insisten en que dejar de pagar los alquileres tendría el efecto opuesto al deseado, generando un aumento de precios y colapsando los juzgados con procesos de desahucio. Además, destacan que una huelga de este tipo carece de reconocimiento jurídico en España, lo que podría traducirse en importantes pérdidas económicas.
Un informe del Observatorio del Alquiler de la Fundación Alquiler Seguro y la Universidad Rey Juan Carlos estima que un impago generalizado del 40% provocaría pérdidas anuales de 18.580 millones de euros, afectaría un 1,7% del PIB y destruiría más de 1,1 millones de empleos. OESA recuerda un precedente histórico: en agosto de 1931 más de 90.000 familias de Barcelona protagonizaron una huelga de alquiler para conseguir una rebaja en el precio del 40%. Esta culminó a principios de 1932 con un acuerdo entre ambas partes para rebajar los precios.
No obstante, OESA advierte de que las condiciones actuales son diferentes y que cualquier intervención en el mercado, como controles de precios, genera una "huida" de propietarios e inversores. La solución, afirma, debe pasar por la negociación y acuerdos justos entre inquilinos y propietarios para equilibrar un mercado tensionado sin riesgos añadidos.
