Mes a mes se va reduciendo la exposición de los bancos al sector público, lo que en definitiva mejora la credibilidad y reduce los riesgos del sistema. En las gestiones kirchneristas, el amplio déficit fiscal obligaba a emitir un festival de bonos y luego directamente pesos. Cuando el mercado estaba saturado, creaban "incentivos" para que los bancos compraran esos títulos públicos lo que llevó a que las entidades del sistema posean 52% del total de sus activos con exposición al sector público.
Esto generaba una situación de alto riesgo dado que la anterior administración no sólo dejó a la economía cerca del default, sino que también ello implicaba una delicada situación para el sistema financiero.
"El sector público siguió perdiendo terreno. Actualmente, la exposición al sector público representa el 38,7% del activo total, lo cual implica una caída de 3,5 puntos contra el mes previo (monto similar a los vencimientos de deuda que quedaron sin renovar) o 12,6 puntos con respecto al máximo de 51,3% en abril de este año. Entre los distintos tipos de entidades, donde mayor peso conserva es en los bancos públicos. En el otro extremo aparecen los bancos de capital extranjero", destaca el último informe de Econviews, a cargo de Miguel Kiguel.
La contracara de este fenómeno es el aumento del crédito al sector privado. Este fenómeno se empezó a dar con las perspectivas de inflación a la baja y reducción de las tasas de interés.
"Tanto los préstamos como los depósitos aumentaron por encima de la inflación (algo que se repitió en octubre y noviembre). Mirando la hoja de balance completa de todo el sistema financiero también hubo un aumento. El activo creció 8,7% mensual en términos reales. Este incremento estuvo financiado casi en su totalidad por una suba del pasivo, dejando un porcentaje menor al capital. A pesar de esta mejora, todavía el tamaño del activo es 3,2% menor con respecto a un año atrás y casi un 20% más chico comparado contra el máximo de agosto 2018", agrega Econviews.
Un director de un banco argentino destacó a El Cronista que "se percibe la escasez de pesos. Lo paradójico es que hay mucha liquidez en dólares fruto del blanqueo. Sería interesante que se analice la posibilidad de ampliar el destino de los créditos en dólares a otros sectores, como el real estate. Es algo sensible por el descalce de monedas, pero habría que analizarlo".
Claramente la menor exposición al sector público no es fruto de desconfianza en el cumplimiento de los pagos sino por la descarga de los papeles que habían sido "sugeridos" para comprar en la gestión anterior, especialmente en las tradicionales licitaciones del Tesoro. El auge de las acciones de los bancos, con ganancias en torno al 250% en el 2024 está reflejando la mejora de sus balances fruto del saneamiento que se ha encarado del BCRA y del propio Tesoro a través de sus finanzas públicas.
Los bancos, cada vez que incrementan créditos, venden parte de sus títulos, básicamente las LEFI, que a la vez son pagadas por el BCRA con los pesos que tiene Luis Caputo depositados en una cuenta en el mismo BCRA. Lo ideal es que este proceso continúe y que las LEFI se vayan extinguiendo. Es la idea.