El candidato oficialista a la presidencia de Uruguay, Álvaro Delgado, votó hoy en la ciudad de Montevideo y aseguró que pretende ser el presidente electo de "todos los uruguayos" desde este lunes. La segunda vuelta lo enfrenta a Yamandú Orsi, del opositor Frente Amplio (FA).
Delgado, candidato del Partido Nacional (PN) que encabeza la gobernante Coalición Republicana (CR) junto a otros cuatro partidos, sostuvo que la jornada de votación de este domingo transcurría "muy bien", sin incidentes y "con mucha paz", pero sobre todo con mayor nivel de votación que en 2019.
El oficialismo busca continuar en el poder de la mano de Delgado. La fórmula se completa con Valeria Ripoll, panelista de televisión y exgremialista. "La gente se está comprometiendo a elegir quién va a gobernar", indicó el aspirante a ser el sucesor del actual mandatario, Luis Lacalle Pou.
"A partir de mañana quiero ser presidente de todos los uruguayos", sostuvo Delgado, quien fue diputado, senador y secretario de la Presidencia durante el actual mandato (2020-2025) y que votó pasado el mediodía en un circuito del barrio capitalino Pocitos.
Delgado es veterinario -en los papeles- pero político de carrera, y busca construir un segundo piso sobre la presidencia de Lacalle Pou.
Consultado sobre la falta de mayorías de la coalición gobernante en el Parlamento, Delgado dijo que el escenario es "desafiante" y que se plantea la búsqueda de "acuerdos", aunque aclaró que "el país no se va a trancar".
"Por eso dije que me gustaría convocar a Orsi el día de mañana si salgo electo presidente, en un gesto republicano de tolerancia. Hay temas en los que nos tenemos que poner de acuerdo y pensar con luces largas", añadió.
Más de 2,7 millones de uruguayos están convocados este domingo a las urnas para elegir al nuevo presidente para el periodo 2025-2030, en una segunda vuelta entre Orsi y Delgado, balotaje muy parejo según las encuestas.
Para convertirse en el sucesor de Pou al candidato ganador le bastará con obtener una mayoría simple. Orsi, había obtenido el 46,2% de los votos. Mientras que el candidato por el oficialismo quedó en segundo con el 28,15%. Pese a la amplia diferencia, el primero no superó el 50% requerido para ganar en primera vuelta.
Delgado nació en Montevideo el 11 de marzo de 1969. Su amor por los animales y la naturaleza lo llevaron a estudiar veterinaria y graduarse de ello en 1995. Primogénito del contador Omar Delgado y la química Celeste Ceretta, Álvaro Luis Delgado Ceretta vivió su infancia entre los barrios capitalinos de Pocitos y Reducto, pero tuvo desde su infancia una fuerte conexión con el campo.
Sin embargo, cuando miles de personas reclamaron el retorno democrático en 1983, despertó su interés en la política. El 30 de noviembre de 1984, a sus 15 años, asistió a la liberación del líder del PN Wilson Ferreira Aldunate y fue entonces cuando escuchó -según recuerda- sus palabras que lo "marcaron para siempre".
A través de su familia materna, oriunda del norteño departamento de Paysandú, que se vinculó con un medio rural que, contó en más de una ocasión, hasta hoy disfruta.
"Me gusta la ruralidad, que es un concepto más amplio que el campo", afirmó, según consignó EFE. Su abuela le regaló como primera mascota un caballo; animal al que considera "muy inteligente" y con "mucha sensibilidad".
Desde muy pequeño desarrolló con los caballos una "conexión muy especial", al punto de que montar es uno de sus pasatiempos favoritos. "Es una terapia que tengo (...) el domingo pasado me dediqué toda la tarde a andar y es una sensación de libertad y te despeja la cabeza muchísimo".
En bachillerato tuvo que elegir entre una vocación volcada al derecho o a la agropecuaria y, pese a dudas por su despertar político, eligió lo rural y estudió veterinaria, carrera de la que se recibió en 1995 y en cuyas clases conoció a quien en 1997 pasaría a ser su esposa, Leticia Lateulade.
Como veterinario trabajó en certificaciones, pero su militancia pronto le abrió paso a ser secretario de bancada del PN y en el 2000, bajo la presidencia del colorado Jorge Batlle, lo designaron inspector general de Trabajo en un período atravesado por la crisis económica de 2002 en el que destaca haber generado buen vínculo con integrantes de sindicatos y del izquierdista Frente Amplio.
Tras la derrota de Luis Alberto Lacalle Herrera, padre de Lacalle Pou, ante el frenteamplista Tabaré Vázquez en 2005, asumió como diputado y hacia un 2009 de elecciones ya se había juntado con el hijo del expresidente para crear el sector Aire Fresco.
Así emprendieron un camino en el que serían compañeros de ruta: compartieron sesiones como diputados hasta 2015 y como senadores hasta 2019, el decisivo año electoral en que el PN encabezó la coalición con la que Lacalle Pou resultó presidente.
A pocos días de soltar amarras, en marzo de 2020, un golpe inesperado sacudió el inmaculado buque que el Gobierno recién ponía en marcha: la pandemia de la covid-19 y, designado como secretario de la Presidencia, aquel inspector que timoneó en la crisis de 2002 dio un paso al frente como segundo al mando.
En cada conferencia convocada por el mandatario para anunciar medidas o tranquilizar a un pueblo al que no se confinó apostando a la "libertad responsable", el secretario, que, según compañeros, reconvirtió ese cargo con su impronta, explicaba los pasos a seguir.
Así, el padre de tres hijos -Agustina, Felipe y Pilar- se perfiló más como claro sucesor de ese amigo cuatro años menor que, sin reelección, antes de una posible nueva candidatura en 2029, apoya su proyecto de construir "un segundo piso de transformaciones" sobre su mandato.
De momento, retribuir a sus hijos en orgullo las ausencias es uno de los motores del candidato que hace fórmula con la exsindicalista Valeria Ripoll: "Termino algún acto diciendo ‘quiero ser presidente entre otras cosas porque tengo tres hijos y ojalá las ausencias hayan valido la pena'".
Con información de EFE.