Tres meses después de arrancar la competición, Carlo Ancelotti se atrevió a cambiar lo que parecía invariable:
Vinicius por la izquierda y
Mbappé por el centro. En Butarque, el entrenador italiano renunció a una de sus máximas para darle la banda zurda al delantero francés y situó al extremo brasileño en una posición más centrada.
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