La salud, el amor, el dinero, los viajes, la personalidad y los otros elementos que usted considere pueden marcar su destino están inscritos en sus manos. Cada línea en las palmas revela su pasado, presente y futuro; o al menos así lo establece la quiromancia.
“Adivinación de lo concerniente a una persona por las rayas de sus manos”, es la definición de esta técnica, practicada por miles de personas desde siglos atrás. Distinto a la creencia popular, en una lectura de las palmas no se estudia una línea aislada, sino que todas están interrelacionadas; es decir, la línea del matrimonio no determina por sí sola el camino del amor, ya que debe complementarse con las demás rayas y características de la mano.
Además, dependiendo del quiromántico –la persona que practica la quiromancia– se encontrarán distintas interpretaciones para este tipo de adivinación. Algunos utilizan la mano dominante como un reflejo del futuro y la otra como representación del pasado, mientras que otros aplican la lectura sin un marco temporal definido.
Ahora bien, es evidente que ninguna persona presenta las mismas líneas, ni que existen patrones idénticos en nuestras manos. Según explicó Clency Borbón, una quiromántica con más de 10 años de experiencia, este fenómeno es similar a las huellas dactilares. También, afirmó que cada una de las líneas tiene una duración promedio de siete años, debido a que cambian conforme envejecemos.
Conscientes de que esta práctica no cuenta con respaldo médico o científico, y sin pretender actuar como adivinadores del futuro, asistimos a una sesión de lectura de manos. En aras de explicar en qué consiste cada elemento de esta pseudoterapia y atacar la curiosidad que nos produce entre generación y generación, le ilustramos lo que aprendimos:
Viví una sesión de lectura de manos, ¿acertó?
Para obtener información sobre la personalidad y vida de alguien, se analizan las líneas de la mano. Las principales son las de la vida, el corazón, la cabeza, el destino, el matrimonio, los viajes y los rascettes. En cada una se observa tanto su profundidad como su longitud para encontrar significados.
La línea de la vida, por ejemplo, permite deducir aspectos sobre la salud física y la energía de la persona. Se extiende alrededor de la base del pulgar y debajo del monte de Júpiter, situado bajo el dedo índice. Esta no debe confundirse con los rascettes, donde se marca la longevidad (se explicará más adelante).
En la misma línea de la vida, existen trazos que surgen de forma descendente o ascendente. Las líneas descendentes indican nuevas aventuras y viajes, además de una disposición a mudarse a otro país. Las ascendentes, en cambio, reflejan expectativas de éxito. La presencia de numerosas líneas ascendentes sugiere ambición, propósito y logros.
Luego, debajo de los dedos anular y meñique, y a lo largo de la parte superior de la palma, se encuentra la línea del corazón, la cual se asocia con las emociones y las relaciones.
La línea de la cabeza, ubicada debajo de la línea del corazón en forma horizontal, representa el pensamiento, la inteligencia y la capacidad de toma de decisiones de las personas. De aquí, se puede inferir si la persona es más lógica o creativa.
Por otro lado, la línea del destino se presenta de forma más vertical o diagonal, cruzando la base de la palma y descendiendo hacia la muñeca. Esta línea marca la carrera y los objetivos de vida; a través de ella, es posible obtener información sobre la dirección y las experiencias profesionales de la persona.
La ubicación y forma de las rayas tienen un significado distinto
FUENTE: Clency Borbón, quiromántica. || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
Entre las líneas secundarias, se encuentra la del matrimonio. Esta se ubica en el borde inferior de la palma, justo debajo del meñique y sobre la línea del corazón, y puede presentarse en forma horizontal o curva, cruzando los montes de Mercurio, Apolo y Marte.
Sus características permiten obtener información sobre la duración y naturaleza de las relaciones amorosas que han sido significativas para la persona. Una línea fuerte y bien definida podría indicar un matrimonio estable y duradero, mientras que una línea ausente o débil podría reflejar que la persona le otorga menor importancia a las relaciones o que sus vínculos amorosos no serán de larga duración.
También están las líneas de los viajes, que representan la posibilidad de salir del país. Estas marcas varían en ubicación según cada persona, pero suelen aparecer como varias líneas horizontales, una sobre otra, en la parte inferior y lateral de la palma, por debajo de las líneas del matrimonio y del corazón.
Finalmente, se encuentran los rascettes, también llamados líneas de la muñeca. Son una serie de trazos horizontales en la base de la palma, generalmente tres o cuatro, que se asocian con la longevidad y la salud.
En ese sentido, cuantas más líneas haya en esta zona, más años de vida podrían representar. Si la primera línea es continua, indica entre 30 y 40 años de vida; la segunda sugiere entre 40 y 60 años; la tercera entre 70 y 90 años y una cuarta línea puede señalar más de 90 años.
Además, cuanto más pronunciadas y claras sean las líneas, mayor será la vitalidad y longevidad. A la vez, las líneas largas y bien definidas pueden asociarse con buena salud y energía, mientras que las líneas cortas o fragmentadas podrían sugerir periodos de enfermedad o debilidad.
Cada persona tiene líneas de la mano distintas, por lo que cada lectura es diferente
FUENTE: Clency Borbón, quiromántica. || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
Viví una sesión de constelaciones familiares: así fue mi experiencia
Aunque es posible extraer conclusiones a partir de la profundidad y longitud de las líneas de las manos, gran parte de la quiromancia depende de la simbología que permite interpretar esos trazos. Algunos de los elementos más comunes son las horquillas, rayas solapadas, cuadrados, espacios, islas, puntos, estrellas y montes.
La presencia de una horquilla (cuando una línea se bifurca), puede indicar un momento clave para tomar decisiones, según la línea principal en la que se encuentre, ya sea la vida, corazón, cabeza o destino. Estas divisiones suelen asociarse con un cambio de rumbo, una división de energías o el aprovechamiento de un talento.
Las líneas solapadas o sobrepuestas reflejan disposición a cambiar por acontecimientos recientes, señalando así una nueva perspectiva o estilo de vida. En el caso de los cuadrados que aparecen sobre una línea, indican que se avecinan tiempos difíciles y transiciones complejas, a raíz de un periodo de estrés, aunque estas serán superadas.
Si hay espacios en una misma línea principal, esto señala un periodo de ajuste, descanso o incluso desempleo. En contraste, las formaciones en forma de isla indican que la persona experimenta sentimientos de aislamiento o soledad, sintiéndose atrapada en una situación, con baja motivación y escasa energía.
Los puntos representan una nube negra sobre los planes, sugiriendo retrasos y preocupación. Por otro lado, las estrellas simbolizan una explosión de energía o interés.
Las líneas descendentes expresan sentimientos de abatimiento o pérdida, indicando una búsqueda de coraje para salir adelante, mientras que las líneas finas que cruzan las líneas principales representan encuentros con personas o situaciones nuevas, así como interferencias, obstáculos y contratiempos.
Otra parte importante en la lectura de las manos son los montes, aquellas carnosidades ubicadas debajo de cada dedo que se pueden pellizcar. Generalmente, si están desarrollados, representan un éxito en diferentes aspectos de la vida.
El monte de Júpiter, situado en el dedo índice, simboliza la confianza en sí mismo, la ambición y la capacidad de liderazgo. El monte de Saturno, ubicado bajo el dedo medio, se asocia con la paciencia, la estabilidad y la sabiduría.
Les sigue el monte de Apolo, que se encuentra bajo el dedo anular y está relacionado con el amor, la pasión y la sensualidad. Luego está el monte de Mercurio, bajo el meñique, que representa la comunicación, la elocuencia y la agilidad mental. Finalmente, el monte de Venus, situado bajo el pulgar, también se asocia con el amor, la pasión y la sensualidad.
Algunos quirománticos también toman en cuenta aspectos como el tamaño de los dedos, la forma de las uñas y hasta el color y la temperatura de las manos, ya que consideran que estos detalles ofrecen pistas sobre la personalidad. Por ejemplo, una persona con manos frías normalmente es introvertida, mientras que las uñas largas podrían interpretarse como signo de una personalidad artística o intuitiva.
La lectura de manos ha trascendido el paso del tiempo. De acuerdo con El Comercio, esta técnica de analizar la forma, el contorno y las líneas de las palmas alcanzó su máximo esplendor entre los siglos XVI y XVII, aunque se puede rastrear a cientos de años antes e incluso era practicada por Platón, quien obsequió al rey Tolomeo un tratado de quiromancia para que pudiera vislumbrar su futuro.
Otro ejemplo de su presencia en distintas civilizaciones del mundo es el hallazgo del libro más antiguo sobre la quiromancia, Opus pulcherrimuz chiromantie, descubierto en India y escrito con tinta vegetal, que data de 1499.
Acoplada a la cultura latinoamericana, la influencia de la quiromancia tampoco pasa desapercibida, especialmente por su papel la ficción. Un caso ejemplar es la novela El otoño del patriarca, del aclamado Gabriel García Márquez, puesto a que un hombre, el personaje principal, nace sin líneas en las manos porque estaba destinado a ser rey.
En la actualidad, esta práctica ha cobrado más fuerza, al punto de que algunos cirujanos han comenzado a operar las palmas de sus pacientes para cambiar sus destinos. Según la BBC, estas intervenciones se realizan en lugares como Corea del Sur y Japón, donde las personas acuden para modificar la longitud de sus líneas, por lo que los médicos utilizan un láser para crear rayas similares que se adapten a las peticiones del cliente.
Aunque no cuenta con respaldo científico, la quiromancia sigue formando parte de la experiencia popular. Especialmente para quienes eligen creer en este tipo de adivinación, es una herramienta para explorar el futuro y orientar decisiones según sus deseos y metas personales.
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