El crucero 'Explorer of the Seas' de Royal Caribbean con 5.000 pasajeros vivió escenas de pánico. Cubría la ruta de Barcelona a Miami , según Cruise Mapper, un sitio web que muestra la posición y rutas de estos barcos . Pocos podrían pensar que en este viaje idílico, de 12 noches, ocurriría algo digno de película. Cuando el buque pasaba cerca de Tenerife se vieron sorprendidos por vientos huracanados de más de 100 kilómetros por hora. Lo que provocó, según un comunicado de la empresa, que el barco experimentara un «movimiento repentino». En medio de los gritos se ve en un vídeo, grabado por uno de los pasajeros y difundido en redes, cómo se desplazan las sillas, se caen las botellas que ruedan por el suelo y el ángulo de inclinación llega a más de 40 grados . El pasajero Jonathan Parrish dijo a CBS News que estaba sentado viendo un espectáculo en el teatro del crucero cuando sintió que el barco hacía un «viraje brusco a la derecha» seguido de un segundo giro más intenso. «El espectáculo se detuvo y él y sus compañeros de viaje salieron del teatro para ver un desastre en una de las principales áreas comunes del barco. Todos se paseaban un rato, mirando boquiabiertos todas las botellas que se habían caído del bar. Toda la mercancía que se podía comprar en el Royal Promenade estaba esparcida por todo el piso«, dijo Parrish. Otro testigo explicaba que fue una locura. »Te daba un vuelco el corazón«, señalaba. Simon Goodenough , también estaba en el teatro del barco durante el escoramiento, relató a Local 10 News: «Pensamos que era parte de los efectos especiales hasta que vimos las caras del personal . Ahí nos dimos cuenta de que algo no estaba bien». Y Dan So, que difundió las imágenes en TikTok, recordó: «Se podía oír cómo caían los vasos y la gente gritaba. Fue aterrador. Llegué a pensar que el barco podía volcarse y envié un mensaje a mis colegas despidiéndome». Parrish apuntaba que el capitán del barco dijo que los vientos habían pasado de 76 kilómetros por hora por hora a 138 kilómetros por hora . «Creo que hubo unos cinco minutos en los que todo el mundo se preguntaba qué estaba pasando, pero tan pronto como el capitán entró y anunció lo que había sucedido, eso te dio una sensación de calma», señala Parrish. Y añadía que el anuncio lo hizo sentir como si estuviera en «las mejores manos en las que podría haber estado». Se pidió a los pasajeros que regresaran a sus camarotes para realizar controles de seguridad, lo que según Parrish tomó alrededor de una hora. Hubo un herido en este incidente que tuvo que ser trasladado a un hospital obligando a una parada forzosa en el Puerto de la Luz y de Las Palmas, en Gran Canaria. El suceso, según detalla el comunicado, ocurrió a principios de noviembre y se sabe que el crucero retomó su rumbo tres días más tarde para seguir su ruta por el Atlántico. No obstante, Atresmedia señala que tras el incidente algunos turistas prefirieron quedarse en tierra y coger un avión.