Fue uno de los videntes más reputados de la historia. El estadounidense Edgar Cayce, conocido como el profeta durmiente, saltó a la fama por predecir sucesos tan relevantes como la Primera y la Segunda Guerra Mundial, la creación del Estado de Israel o la independencia de la India. Todo ello, naciendo en el año 1877 y muriendo apenas en 1945. No contento con acertar eventos que ocurrieron durante su vida o pocos años después de su muerte, a Cayce se le atribuyen -entre 25.000 augurios- visiones tan actuales como la crisis financiera de 2008, la invasión de Ucrania y el incremento del nivel del mar, que ya afecta a una cantidad enorme de países sobre todo en el sureste asiático y Oceanía. Entre sus más destacadas visiones que todavía no se han cumplido, está la desaparición de la ciudad de Nueva York. Según cuenta el profeta en uno de sus libros, tuvo una visión en el que iba en un viaje y el vehículo se detuvo en una ciudad completamente destruida. Cuando se le preguntó dónde estaba, respondió que en la ciudad de Nueva York. Algunos de sus más confiados seguidores cree que podría tratarse del atentado del 11 de septiembre. Edgar Cayce pertenece al selecto grupo de 'Nostradamus' que arrasan todavía entre los creyentes de la futurología y la adivinación. Beben directamente, todos ellos, de la tradición implantada por el famoso boticario francés, Michel Nostradame, conocido por su libro Les Prophéties, una colección de 942 cuartetas poéticas que supuestamente predicen eventos futuros. Cayce, por su parte, fue uno de los adivinos más célebres de Estados Unidos. Entraba en estado de trance hipnótico durante sus llamadas «lecturas» y respondía a las preguntas de quien le visitaba. Mucha gente se acercaba a él para buscar ayuda a sus males y dolencias. La ARE (Asociación para Investigación e Iluminación) conserva actualmente todas las lecturas, unas 14.000, de las que 8.500 se dedican a temas de salud.