Carlos Rivera sabe lo que tiene y también lo que provoca en sus fans... y los de Costa Rica no son la excepción, por el contrario, son de los que más le demuestran sus sentimientos a punta de aplausos, pero sobre todo, con mucho, pero mucho pulmón.
La emoción y pasión de los fanáticos ticos por el artista mexicano es tal que por eso el intérprete incluyó al país en su XX Tour 2024, una de sus giras más especiales y exclusivas hasta ahora, y que solo incluye a seis países, como México, España y Estados Unidos.
Con ese privilegio, miles de seguidores se dieron cita la noche de este sábado en el Estadio Nacional, para su cita con el cantante, quien dio un concierto de más de dos horas y unas 40 canciones.
El show arrancó pasadas las 7 p. m., cuando un Carlos vestido completamente de blanco apareció detrás de una manta que cubría todo el escenario y en la que segundos antes se proyectaban algunos momentos importantes de su carrera, como el día en que ganó La Academia, el reality de canto de TV Azteca que le cambió la vida.
El mexicano comenzó su repertorio cantando Usted se me llevó la vida, detrás de la manta que en plena canción cayó al piso para desatar los gritos eufóricos del público. Él miraba deleitándose de lo que ha logrado en dos décadas artísticas.
“Buenas noches, Costa Rica. Qué alegría más grande estar en esta tierra hermosa celebrando 20 años de trayectoria (...). Hoy Costa Rica es el epicentro de las riveristas de Centroamérica. Les prometo una noche inolvidable”, expresó el intérprete, quien con una sonrisa logra cautivar a las fanáticas, a quienes ni siquiera les interesa disimular.
Los gritos ensordecedores de inmediato se hicieron presentes, pues el mexicano continuó diciendo: “Soy suyo. Hagan conmigo lo que quieran”.
Y es que Carlos Rivera sabe que es un seductor nato y que cualquier movimiento suyo desata la euforia de sus fans, en su gran mayoría mujeres.
El show continuó con temas como Te me vas, No soy el aire y Amar y vivir, mientras un grupo de bailarines lo acompañaban en el escenario.
Carlos Rivera intenta demostrar en cada momento lo agradecido que está con sus fans, por ayudarlo a conseguir el sueño que tuvo por tantos años y que le permiten vivir hoy de la música.
Desde años atrás, el cantante acostumbra a subir a algunas fans al escenario y en esta gira siguió la tradición: Dos ticas subieron al escenario para acompañarlo mientras interpretaba Tu juego de ajedrez y Sígueme.
Antes, el artista se tomó unos minutos para leer algunos de los muchos carteles de colores que se movían de un lado al otro.
“Has sido mi rey por 20 años. Déjame ser tu reina por una noche”, “Mi calavera es la depresión y gracias a tu música sigo aquí” y “Mi abuela es tu fan. Ella te está esperando aquí desde la 1 p. m.”, fueron tan solo algunos de los carteles que se reflejaron en las pantallas principales a ambos lados del escenario.
El show continuó con algunos de sus éxitos, como El hubiera no existe, Solo tú y Otras vidas. De inmediato, Carlos adelantó que iba a interpretar su canción más importante hasta ahora y Que lo nuestro se quede nuestro comenzó a sonar.
El tema fue coreado de principio a fin, lo que confirmaba las palabras del protagonista de la fría noche en La Sabana.
“Y luego me preguntan por qué me gusta tanto venir a Costa Rica. Aquí se siente el ‘Pura Vida’. Es muy hermoso estar frente a gente tan hermosa, gente con la que he podido conectar. Cuánto te quiero Costa Rica”, aseguró.
Carlos Rivera: ‘En Costa Rica tienen mucho amor para dar, nos hacen sentir especiales’
Pero como aquí no hay tiempo de descanso, Carlos apareció vestido en tono mostaza para dedicarle un segmento a Disney, pues él protagonizó el musical El rey león años atrás, en el que dio vida a Simba. En este corto espacio cantó Noche sin fin, Esta noche es para amar y El ciclo sin fin.
En cuestión de segundos, había regresado al color blanco, en esta ocasión para demostrar que un solo movimiento de caderas suyo es capaz de desatar los gritos más eufóricos de la noche. Y es que él es de esos artistas que si da una vuelta, los fans gritan, si se sienta también gritan, si se levanta gritan y si levanta un brazo vuelven a gritar.
De hecho, en un momento del concierto hubo tanta confianza entre el artista y las fans, que ellas le pedían que diera una vuelta y él les hacía caso; pero como una no era suficiente, cuando terminó, ellas le pidieron otra y él nuevamente accedió.
Amo mi locura continuó en el repertorio. Este es uno de los temas más movidos del baladista, por lo que el baile estuvo asegurado y, por supuesto, hubo gritos. Sin embargo, Carlos no bailó solo, pues a lo largo del show el mexicano estuvo acompañado por seis bailarines, quienes a su vez eran sus coristas.
Luego fue el turno de uno de los segmentos más románticos de la noche, en el que hubo una Kiss Cam que mostraba en las pantallas del escenario a las parejas que estaban en el recinto. Si aparecían debían darse un beso, mientras el artista interpretaba Para ti.
De inmediato, Carlos anunció que su siguiente canción era La carta, una balada que usualmente su público utiliza para proponer matrimonio. Y tal parece que Costa Rica lo tenía más que claro, pues al menos seis parejas se comprometieron durante ese tema.
“Que su amor sea bendecido”, dijo Rivera a las parejas, visiblemente emocionado.
El mariachi comenzó a sonar y la promesa del artista previo al concierto se estaba haciendo realidad: iba a salir vestido de charro a cantar en vivo con un grupo tico de este tipo. El rey, 100 años, Recuérdame y Todavía no te olvido fueron parte de este bloque, en el que también abrió una botella de mezcal para brindar con una fan tica, a quien le temblaba la mano al recibir el trago que le estaba ofreciendo Rivera.
Para el final del concierto, el cantante dejó sus temas más icónicos como Me muero y Te esperaba. Y aunque llegó el momento de despedirse, el cantante prometió volver, porque solo en Costa Rica encuentra el “Pura vida” que tanto lo ha enamorado.