La modelo Jenn An, que participó en el programa America’s Next Top Model en 2009, denunció al rapero Kanye West (ahora llamado Ye) por agredirla sexualmente durante la grabación de uno de sus videoclips en 2010.
An presentó su demanda la tarde del viernes en un tribunal federal de Nueva York, y en el documento, al que tuvo acceso el medio TMZ, también denuncia al sello discográfico Universal Music Group y a la agencia Stink Digital USA por violar la Ley de Protección contra la Violencia de Género de la ciudad.
La presunta agresión ocurrió durante el rodaje del videoclip ‘In for the Kill’, tema en el que Kanye West hizo un remix al grupo británico La Roux, grabado en el famoso Hotel Chelsea de Nueva York.
Allí, el rapero supuestamente ordenó al equipo de rodaje que enfocara el rostro de An con la cámara mientras él “le asfixiaba la cara con ambas manos”.
Según la demanda, Ye “le metió varios dedos en la garganta, moviéndolos continuamente dentro y fuera, y la amordazó para imitar el sexo oral forzado” mientras gritaba “Esto es arte. Soy como Picasso”.
An expresa en la denuncia que aquella escena duró alrededor de un minuto, mismo en el que le costaba respirar y “sentía como si se hubiera desmayado temporalmente”.
La modelo asegura en su demanda que aquella escena que fue forzada a grabar se parecía más a un “fetiche BDSM” o un video pornográfico que al rodaje de un video musical.
Apenas en junio pasado, el rapero Kanye West fue denunciado de acoso sexual, incumplimiento de contrato, despido injustificado y ambiente de trabajo hostil por una exasistente.
Y ‘aunque usted no lo crea’, todavía hay más de este año. En abril demandaron a Ye por discriminación racial, acoso y despido injustificado. Sí, fue otro exempleado del dueño de Yeezy.
En la demanda más reciente contra el exesposo de Kim Kardashian, la modelo Jenn An incide en que Universal, disquera que trabaja con Ye entonces, “discrimina sistemáticamente a las mujeres al seguir trabajando con artistas con historiales bien documentados de acoso sexual y discriminación”.
También asegura que la empresa y otras figuras de alto nivel dentro de la industria “intentaron ocultar el incidente”.
De este modo, acusa al sello de “no aplicar un código de conducta” ni de “haber sabido que (West) era capaz de agredirla sexualmente, dado su historial públicamente documentado de comportamiento misógino”.