Aquel fue un juicio televisado y con audiencias millonarias que traspasaron las frontera. Lyle y Erik Menéndez siguen cumpliendo cadena perpetua en prisión por los brutales asesinatos de sus millonarios padres el 20 de agosto de 1989. Los vástagos, que entonces tenían 21 y 18 años, les abatieron a tiros en su mansión de Beverly Hills. Durante el juicio argumentaron que su padre abusó sexualmente de ellos desde que tenían seis años y que su madre era conocedora de todo. Ahora, famosos de nuevo por la serie 'Monstruos' , esperan desde la cárcel una revisión del caso para poder salir mientras la gente se pregunta: ¿qué fue de la herencia? Ahora, 35 años después, los hermanos Menéndez podrían tener la oportunidad de que su caso se revise con nuevas pruebas. Aunque el antiguo fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, George Gascón, aclaró que los hermanos eran « claramente los asesino s » de sus padres, José y Kitty Menéndez, los fiscales están evaluando si las nuevas pruebas podrían haber llevado al jurado a llegar a una « conclusión diferente ». No es fácil seguir el rastro del dinero. Tras la muerte de sus padres en 1989, los hermanos asumieron temporalmente el control del patrimonio de su padre , que estaba valorado en aproximadamente 14,5 millones de dólares. Dicen en tan solo seis meses Lyle y Erik gastaron casi un millón de dólares en fiestas, viajes y compras. Sin embargo, tras ser arrestados siete meses después, alegaron que la mayor parte del dinero del patrimonio se había gastado en impuestos y honorarios legales . En 1994, la prensa publicó que se habían dilapidado 10,8 millones de dólares del patrimonio tan solo dos años antes de que los hermanos fueran condenados a cadena perpetua. Aproximadamente la mitad de esa cantidad se habría destinado a los honorarios de la defensa, incluidos los del abogado Leslie Abramson, quien argumentó que José y Kitty habían sometido a sus hijos a años de abuso emocional y sexual. Una vez que fueron declarados culpables del asesinato de sus padres, los hermanos perdieron el acceso al patrimonio . Según la llamada 'Ley de Asesinos' de California, cuando alguien es asesinado el perpetrador no puede beneficiarse del patrimonio de la víctima, independientemente de cualquier relación familiar. Su patrimonio neto actual no se ha revelado públicamente. Sin ningún respaldo financiero proveniente de su herencia y cumpliendo cadena perpetua en prisión, Lyle y Erik no han vivido una vida ni remotamente cercana a la lujosa existencia de la que disfrutaban antes de su arresto. Su patrimonio neto actual es desconocido , pero sin activos sustanciales y pasivos crecientes por honorarios legales, especialmente si el caso se reabre, puede ser cercano a cero. Y cuenta la prensa estadounidense que a pesar de ser los últimos protagonistas de la serie de Netflix, es poco probable que los hermanos vean dinero de tal proyecto. Mientras tanto, y pesar de las críticas, un enorme flujo de visitantes acude cada día a Beverly Hills para tocar los muros de la mansión de los Menéndez y alimentar así su insaciable morbo. Son miles los que se sienten atraídos por la sordidez que rodea al inmueble. Hay una peregrinación diaria, para disgusto de los pudientes vecinos. ¿Y qué hay de sus vidas sentimentales? Todo en orden. En 2003, Lyle se casó con Rebecca Sneed , una periodista que conocía desde hacía una década. Ahora abogada, ella vive en Sacramento y visita a su esposo semanalmente. En una entrevista con 'People' en 2017, Lyle comentó: « Nuestro contacto suele estar muy libre de distracciones y probablemente tenemos conversaciones más íntimas que la mayoría de los cónyuges casados». Erik, por otro lado, está casado con Tammi Saccoman desde 1998. Su historia es tremenda. Ella se enamoró cuando vio el juicio de los hermanos en televisión y decidió enviarle una carta con el consentimiento de su entonces esposo, un tal Chuck Saccoman. 'Cosmopolitan' publicó que este último se entregó a la policía en 1996 tras haber sido acusado de abusar sexualmente de la hija adolescente de Tammi y se suicidó dos días después . Vía libre para que triunfara el amor entre Tammi y Erik. Los hermanos tendrán una audiencia el lunes ante el Tribunal de Van Nuys West. Y para ello, debido al alto interés entre el público sobre su caso, se sortearán 16 asientos para presenciar la audiencia . Porque esto es América. Los interesados deberán acudir a primera hora para recoger los boletos de participación. Dentro de la sala no se permitirán fotografías ni vídeos. La audiencia será presidida por el juez Michael Jesic. El objetivo de esta vista es abordar la petición de 2023 de los hermanos Menéndez sobre un recurso de hábeas corpus, que afirma que sus condenas y sentencias de prisión son inconstitucionales al existir, según entienden, la evidencia recientemente descubierta de que ambos fueron víctimas de abuso sexual infantil por parte de su padre, José Menéndez. Desde la perspectiva de los productores de la serie, los argumentos invitan a pensar que podrían salir de prisión para Navidad, pero la realidad política ofrece un nuevo obstáculo. El fiscal del distrito de Los Ángeles, George Gascón, abrió una puerta a la posibilidad de reducir la condena de cadena perpetua a una de 50 años, con lo que los hermanos Menéndez habrían podido optar a la libertad condicional. Sin embargo, la derrota electoral de Gascón a manos del republicano Nathan Hochman propone un panorama completamente diferente. ¿Fin de la historia?