El Barça hizo lo más difícil en Vigo y se dejó dos puntos cuando aparentemente lo tenía más fácil. Llegó a ganar 0-2 gracias a los goles de
Raphinha y
Lewandowski y a las paradas de
Peña, pero no lo merecía ante un Celta mejor que tuvo premio al final de la forma más inesperada. De un poste de
Raphinha se pasó a la roja de
Casadó y a diez minutos finales horribles que
Alfon y
Hugo Álvarez aprovecharon para empatar con orgullo. El líder, de bajón físico y mental, sólo ha sumado un punto de los últimos seis.
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